Adiós al Elefante Blanco: en su lugar inauguraron el ministerio de Desarrollo Humano porteño

Hace algunos meses que ya no quedan restos del imponente esqueleto de material que acechaba, con su completo estado de abandono, al barrio de Villa Lugano. "Era feo asomarse y ver esa mole sucia, muy insegura, llena de ratas", recuerda María López desde la puerta de su vivienda. El Elefante Blanco ensombrecía su hogar. Le quitaba luz solar. Hoy mira hacia esa misma manzana y se encuentra con otro paisaje, totalmente distinto del que solía ver, con más vida y color. Justo enfrente hay una plaza y, del lado de la avenida Piedrabuena al 3200, se asoma otro edificio, aunque más moderno "y en mejores condiciones", bromea la mujer. Se trata de la nueva sede del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño que, junto al parque público, fueron inaugurados esta tarde.

"Estoy muy feliz de que mis hijos y mis tres nietos - mellizos de cuatro años y un niño de ocho - puedan disfrutar de la plaza. Antes, teníamos que caminar como 10 cuadras para llegar a otro lugar. Acá, en Ciudad Oculta, no tenemos mucho verde", dice López, que espera que la gente sepa cuidar del nuevo espacio. Mientras ella habla, se ultiman los detalles para la apertura de la plaza al público.

El nuevo edificio del ministerio tiene 21.000m2 distribuidos en tres pisos, planta baja y terraza verde. Cuenta con auditorio, oficinas de atención al público, un comedor, una sucursal del Banco Ciudad y un espacio de estacionamiento para 102 autos. La semana pasada se mudaron algunos de los empleados a los pisos superiores. Con el correr de los días se completarán los 1138 trabajadores estatales. "Tiramos abajo el Elefante Blanco, un símbolo de años de desidia y mudamos el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat al barrio 15, cerca de la gente que más lo necesita. Con esta obra llevamos más seguridad al barrio, que además va a tener un nuevo espacio verde", dice Franco Moccia, ministro de Desarrollo Urbano y Transporte de la Ciudad.

Junto con la nueva edificación, y en el preciso lugar en el que se encontraba el viejo Elefante Blanco, se creó un nuevo parque de 12.100 m2, que cuenta con un anfiteatro, juegos inclusivos y de agua para niños, sector de patinaje, cancha multideporte, postas aeróbicas y un área de descanso con mobiliario urbano. El diseño se realizó junto a los vecinos del barrio y contempló nuevas veredas e iluminación LED además de la puesta en valor de las calles De la Rosa, Hubac, Cañada de Gómez y Timoteo Gordillo.

"Por suerte, el barrio está cambiando para bien. Nos dará también más posibilidades de trabajar", dice Nidia Meza. Apenas si levanta la cabeza. Está concentrada cortando carne en trozos para asar y vender durante el acto inaugural. Son muchos los vecinos de la zona que, como ella, vieron la oportunidad de llevar adelante un negocio y tener un ingreso. Detrás de Meza, Gabriela Giménez corre de un lado a otro. Prepara los utensilios. Acota: "La manzana quedó buenísima, pero faltó contención cuando se hizo la mudanza de las familias que vivíamos pegadas al Elefante". Giménez está agradecida con sus vecinas. Vuelve al barrio tras mudarse a González Catán, en La Matanza, con el dinero que le dieron desde el gobierno. "Fue duro el desarraigo", cuenta la mujer sin detenerse un minuto.

Como parte del proceso de participación, los vecinos propusieron tres nombres para la nueva plaza. Del 3 al 10 de julio, a través de la web y las redes sociales, más de 4500 vecinos votaron. La opción ganadora fue "Parque Elefante Blanco", con 2219 votos. Esta denominación será presentada a la legislatura porteña para su ratificación.

El Elefante Blanco, en el recuerdo

- Década del 30: empieza la construcción del hospital especializado de tuberculosis que luego, tras el abandono, se transformaría en el Elefante Blanco.

- En 1955 la obra quedó trunca de manera definitiva. A través del paso de los años el inmueble fue intrusado.

- En los 70 se consolida el asentamiento informal Villa 15 - que pasó a llamarse Ciudad Oculta porque estaba detrás de Elefante Blanco.

- En 2011 la ciudad se hace cargo del edificio visiblemente deteriorado.

- Entre 2012 y 2017: saneamiento y limpieza del predio. Relocalización de las familias que vivían en el edificio y en las adyacencias tras varias instancias de negociación e intervención judicial.

- En abril de 2018 comienza la demolición del Elefante Blanco que, finalmente, pasa a la historia en octubre de ese año.