Detrás de la embestida oficial, asoman los vínculos con Viviani

La histórica relación entre el líder del Sindicato de Peones de Taxis, Jorge Omar Viviani, y los funcionarios de las gestiones macristas en la ciudad, así como el vínculo estrecho del gremialista con el ministro de Transporte nacional, Guillermo Dietrich, sobrevuelan la embestida oficial contra Uber.

Los buenos términos sufrieron apenas un cortocircuito en la víspera del paro general del 6 de actual, cuando el sindicalista exhortó en una asamblea a "dar vuelta los taxis" de los trabajadores que no se adhirieran y obligó al Gobierno, en la voz de Marcos Peña, a calificarlo como "violento, extorsivo e intolerante". Viviani se retractó.

Líder de los taxistas desde hace 32 años, organizó protestas masivas en contra de la aplicación móvil que hicieron colapsar las calles porteñas con centenares de vehículos pintados de negro y amarillo. El sindicato también acudió formalmente a la Justicia para objetar el funcionamiento de Uber por la competencia desleal que significa para los taxistas profesionales.

En las políticas relativas al servicio de taxis, el gobierno porteño y Viviani trabajan codo a codo desde hace años. Desde el mercado de las licencias hasta los cambios de leyes vinculadas al rubro. También, el aumento de las tarifas para la bajada de bandera.

Con Guillermo Dietrich cruzan mensajes a diario y al menos una vez a la semana hablan por teléfono. No bien asumió, el funcionario incluso le pidió referencias de algunas personas que después ocuparían cargos en el ministerio.

No obstante, pese a su rechazo público a la llegada de Uber al país, Viviani observa con buenos ojos el emprendimiento siempre y cuando se le permita representar a los nuevos choferes. Sabe que no puede oponerse al avance tecnológico; tal vez el lanzamiento de la aplicación oficial BATaxi, que funciona como Uber pero con taxistas habilitados, sea un paso en ese sentido.

Jorge Omar Viviani

Sindicato de peones de taxis