Esperan más de 600.000 turistas en la ciudad durante el receso de invierno

En sus proyecciones para este año, el gobierno porteño prevé que no menos de medio millón de turistas del interior del país y más de 100.000 de extranjeros visiten la ciudad durante el receso invernal, para alcanzar así una cifra de 669.000 visitantes.

Este número, que surge de un informe del Observatorio del Ente de Turismo del gobierno porteño, se asemeja al registrada el año pasado durante el mismo período, cuando 672.887 turistas llegaron a la ciudad. Mientras que la cantidad de turistas argentinos que se espera recibir en las vacaciones de invierno de 2015 (541.000) supera levemente a las del año pasado (540.047), la proyección para los internacionales marca una caída: de los 132.480 turistas extranjeros registrados en 2014, este año se prevé que arriben 128.000.

Para Mónica Kapusta, directora del Observatorio, esta variación de un 3,4% en baja para el turismo internacional responde al "encarecimiento de la ciudad en dólares", lo que afecta en particular la llegada de los visitantes brasileños y europeos.

"En la Argentina, la llegada de brasileños a través de los aeropuertos de Ezeiza y el Aeroparque cayó un 29% en abril y otro 18% en mayo. En la ciudad, un 35% y un 21% en los mismos meses, y se espera que esta tendencia continúe", explicó Kapusta.

Los lugares más visitados

Más allá de las proyecciones estadísticas, en una recorrida por lugares emblemáticos como Caminito, la Plaza de Mayo, San Telmo, el Obelisco, la avenida 9 de Julio, el parque Tres de Febrero o el Cementerio de la Recoleta, el recambio salta a la vista: menos porteños y más turistas extranjeros o del interior, que disfrutan su última semana de vacaciones en la Capital antes de volver a sus provincias.

Durante el receso invernal, a aquellos clásicos porteños se suma la oferta de eventos y actividades gastronómicas y culturales, que atraen no sólo a locales, sino también a turistas.

En uno de los pabellones de La Rural, Katerina Gonçalves, de San Pablo, Brasil, que llegó la semana pasada a Buenos Aires con su familia, cuenta a LA NACION: "Fuimos a comer a una parrilla de Palermo y nos hablaron de esta exposición. Quisimos venir a conocer el secreto de dónde sale la sabrosa carne que se come en la Argentina".

A unos metros de ella, Leila y Samira Abouchain, dos mellizas de 11 años de El Talar, Tigre, que están de vacaciones junto con sus padres, le sacaban fotos a un Angus de unos 500 kilos mientras le cepillaban el pelo. "Lo que más nos gustó fue ver cómo nacen los pollitos o el «caballo dálmata»", dijeron, en referencia a uno de los Appaloosa que, junto con los árabes o criollos, entre otras razas, se pueden ver en otro de los salones de la exposición del campo.

En el pabellón 9, Inés, de 7 años, y su hermano Justo, de 9, miran de cerca a los percherones, y su mamá, Natalia, de Diamante, Entre Ríos, explica que la familia decidió pasar sus últimos días de vacaciones en Buenos Aires y que La Rural estuvo en los planes desde el principio: "Los dos están aprendiendo a andar a caballo, así que es una buena experiencia para ellos", dijeron.

En tanto, en el Pabellón de Aves, Cristian Olivos, chileno, de 24 años, cuenta que es la segunda vez que visita la Exposición. "En Chile esta feria no se hace en ninguna parte; no hay un lugar donde se puedan ver todos los animales juntos", dice, después de sacarles fotos a las gallinas con su grupo de amigos de Santiago y de Rancagua. Entre las que más llaman la atención en la carpa están las Brahma, con su plumaje tupido y su gran porte, aunque también los faisanes dorados o, en el centro, un pavo real azul.

Los organizadores de la Expo Rural calculan que recibieron 140.000 visitas durante el primer fin de semana, un 20% más que el año pasado.

Libros y planetas

La Feria del Libro Infantil y Juvenil, que este año se organizó en Polo Circo, en Parque Patricios, es otro de los puntos de atracción de visitas durante las vacaciones de invierno. Según cifras de sus organizadores, durante la primera semana (del 13 al 20 de julio) el evento convocó a más de 50.000 alumnos que visitaron la Feria en grupos, provenientes de diferentes escuelas de todo el país.

Además de stands con venta de libros, en la Feria, de entrada libre y gratuita y que dura hasta el 1° de agosto, también hay una carpa con talleres de arte, narración o ciencia (en uno de ellos, por ejemplo, los más chicos aprenden a usar un microscopio o las leyes de la física a través de juegos), shows de teatro y circo, radio en vivo y juegos interactivos. La Feria también tiene una sede en Tecnópolis, la muestra que el fin de semana pasado recibió a más de 250.000 personas.

Otro de los atractivos más visitados de la ciudad fue el Planetario, con la concurrencia de 5000 personas por día durante julio a las ocho diferentes funciones que se ofrecen desde las 11.30 hasta las 19.