La Plata: relocalizarán a 700 familias que viven a la vera del arroyo Del Gato
El gobierno bonaerense planea trasladar esa población como paso previo a la realización de las obras necesarias para evitar trágicos desbordes como el del 2 de abril
LA PLATA.- El gobierno bonaerense estudia un plan para erradicar por lo menos a unas 700 familias que habitan, en condiciones precarias, en asentamientos en los márgenes del arroyo Del Gato, principal receptor de los desagües pluviales del casco urbano de esta ciudad. Se trata de una medida que los funcionarios reconocen como "compleja" y que contraría la política de permisividad del uso del suelo desarrollada en las últimas décadas.
La iniciativa, confirmada a LA NACION por el ministro de Infraestructura, Vivienda y Servicios Públicos provincial, Alejandro Arlía, surge, en realidad, como un imperativo previo a las obras de infraestructura necesarias para sanear el arroyo. Si bien no hay datos certeros, estimaciones extraoficiales y cálculos de especialistas sostienen que las autoridades deberían mudar, como mínimo, a cerca de 3000 personas de una población que treparía a 25.000, ubicada dentro de la "planicie de la inundación" del extenso recorrido del arroyo Del Gato, donde predominan barrios populares, villas y asentamientos informales.
Para los expertos en hidráulica, el despoblamiento de las márgenes del curso de agua a lo largo de su recorrido de más de 25 kilómetros es una tarea prioritaria para poder ejecutar una intervención efectiva de saneamiento de la cuenca.
La erradicación de los núcleos poblacionales irregulares fue planteada en sucesivos informes por especialistas de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y también se incluyó esa iniciativa en trabajos elaborados por la Autoridad del Agua (ADA) bonaerense.
Ellos expusieron la incidencia negativa en las posibilidades de escurrimiento del arroyo Del Gato en situaciones de crisis. En 2005 el gobierno municipal -entonces a cargo del hoy ministro de Justicia nacional, Julio Alak- había hecho un estudio para conocer la cantidad de población en los márgenes de Del Gato; contabilizaron 250 familias. La medida nunca se tomó y se siguió permitiendo el poblado de la zona.
"No hay forma de trabajar en el reencauzamiento de los arroyos si no es a partir de desplazar a esa gente que vive en condiciones de máxima precariedad y máximo riesgo", indicó Arlía. El funcionario dijo a LA NACION que existe "la decisión política" de avanzar en ese sentido y que "se hará hincapié en el tratamiento del uso del suelo para disminuir la impermeabilización en las zonas subrurales". Agregó que es preciso "trabajar fuerte en la relocalización" de esa gente para "ensanchar el cauce" de Del Gato.
"Es preciso ordenar la situación territorial", admitió a LA NACION el titular de la ADA, Daniel Coroli, máximo encargado del manejo de todas las cuencas de la provincia.
Y un vocero del gobernador Daniel Scioli aseguró a LA NACION que "hay un acuerdo entre las autoridades nacionales, provinciales y municipales para llevar adelante todas las medidas que sean recomendadas por los académicos, incluida la relocalización de pobladores".
Tanto en el gobierno provincial como en la municipalidad local subrayaron que todo lo necesario para el saneamiento se hará, pero alertaron que para ello será necesario buscar "financiamiento internacional". Se calcula que las obras demandarían una inversión de por lo menos 2000 millones de pesos.
En ambas jurisdicciones se reconoce que la medida no es sencilla de aplicar y que implicaría un cambio drástico en la política de acceso a la tierra que se lleva adelante y que desde hace décadas permite la ubicación de pobladores tanto en la planicie de inundación como en los márgenes del arroyo.
El intendente platense, Pablo Bruera, comenzó a distribuir este fin de semana una carta a los vecinos platenses en la que se sostiene: "Serán declaradas zonas de protección ambiental los márgenes de los arroyos y planicies de inundación. Proyectamos el plan de reubicación de los asentamientos y vecinos allí instalados y presentaremos la necesaria modificación del código de ordenamiento urbano".
El viernes pasado, luego de casi cinco años desde su creación, el Comité de la Cuenca Hídrica Vertiente del Río de La Plata Intermedia, que contempla la problemática hídrica de la denominada región capital de la provincia, se reunió por primera vez desde la homologación de su carta orgánica, en noviembre.
El ente, que debía ser presidido por Bruera, quedó ahora bajo la conducción del ministro Arlía. Estuvieron presentes el presidente de ADA; el director de Hidráulica, Mario Gdschaider; el presidente del Consorcio de Gestión del Puerto La Plata, Mariano Goyenechea, y los intendentes de Berisso, Enrique Slezack, y de Ensenada, Mario Secco. En representación de La Plata, participó el secretario de Gestión Pública, Ángel Sette.
Informes de 2003 advertían del problema
En julio de 2003 los ingenieros de la UNLP Pablo Romanazzi y Arturo Urbiztondo habían advertido sobre el "proceso de asentamiento de viviendas carenciadas que ocupan la ribera y la planicie de inundación del curso, expuestas a un elevado riesgo de inundación, lo cual conlleva a una importante diversidad de conflictos ambientales".
Los sucesivos informes de Ingeniería sobre el curso del arroyo del Gato –que se extiende por 25 km, con una cuenca que abarca unas 12.000 hectáreas– detallan la "degradación de los cursos naturales" y subrayan que en los terrenos inundables de la zona aledaña a los cursos de agua se produjo un fenómeno generalizado de ocupación por pobladores de muy bajos recursos".
El problema de los asentamientos irregulares fue señalado en 2010, cuando se presentó el proyecto de obras hidráulicas realizado a partir de estudios de la UNLP por la Dirección Provincial de Saneamiento y Obras Hidráulicas.