El monumento a Cristóbal Colón, que desde hace más de un año yace desguazado a la espera de su restauración en la plaza del mismo nombre, dejará definitivamente su morada detrás de la Casa Rosada. El Poder Ejecutivo promulgó ayer la ley que ratifica el convenio que habían firmado los gobiernos nacional y porteño para su traslado frente al Aeropuerto Jorge Newbery (Aeroparque).
La norma, sancionada el 6 de agosto por la Cámara de Diputados, le dio aval parlamentario al acuerdo firmado por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich , y su par de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta , luego del respaldo de la Legislatura porteña. La promulgación fue publicada hoy en el Boletín Oficial.
Textual. Ley 26.963. Convenio de Colaboración y Cooperación. Aprobación. ARTICULO 1°- Apruébase el Convenio de Colaboración y Cooperación para la restauración, traslado y emplazamiento del monumento a Cristóbal Colón, celebrado entre el Estado nacional, representado por el señor Jefe de Gabinete de Ministros contador D. Jorge Milton Capitanich y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, representada por el señor Jefe de Gabinete de Ministros, Licenciado D. Horacio Antonio Rodríguez Larreta, suscripto el 26 de marzo del año 2014.
Qué pasó. La polémica comenzó a mediados del año pasado con la decisión de la presidenta Cristina Kirchner de desmantelar la obra, emplazada allí desde 1921, para reemplazarla por una escultura dedicada a Juana Azurduy.
Se desató de inmediato un sinnúmero de críticas y planteos judiciales de la comunidad italiana, donante del monumento, para frenar la embestida, que se potenció con el rechazo del gobierno de Mauricio Macri al traslado.
Tras varias idas y venidas, la historia tuvo un desenlace igual de controvertido: el gobierno porteño acordó con la Nación el traslado del monumento al espigón Puerto Argentino, en la Costanera Norte.
Argumentos. El debate excedió lo cultural y lo estético para plantarse definitivamente en lo político. La oposición acusó a Macri y al kirchnerismo de tejer acuerdos por debajo de la mesa pese a que exhiben confrontación en público.
En el kirchnerismo apelaron a dos argumentos para justificar el desguace y traslado del monumento: primero, que semejante mole de 26 metros de altura "pone en riesgo la estructura de la ex aduana Taylor", sobre la cual estaba erigida y, por lo tanto, es más conveniente una escultura de menor peso y altura, como la de Azurduy.
El segundo argumento es de un tinte ideológico. "Dejar el Monumento a Colón [detrás de la Casa Rosada] hubiera sido una contradicción a nuestra historia, que desde 2003 venimos recuperando y que ubica a Colón en otro sitio. No es que queramos cambiar la historia, sino que estamos contándola desde otra perspectiva", había dicho la diputada kirchnerista Nancy Parrilli.
