Ocupan de nuevo el ex Padelai
"Macri vende patria", se lee en la carpa vacía sobre la vereda del edificio en el que décadas atrás funcionó el Patronato de la Infancia (Padelai), en San Telmo, y en donde hace tres años se instaló la sede del Centro Cultural de España en Buenos Aires (Cceba). A lo lejos se oye el llanto de un niño. Un grupo de personas, reunidas en ronda, debaten en el patio, mientras un puñado de chicos juega a la pelota y la Policía Metropolitana custodia la entrada.
Desde el domingo pasado, 65 adultos y 50 niños, antiguos ocupantes del lugar, volvieron a dormir bajo el techo del ex Padelai y aseguran que se quedarán allí hasta que el gobierno porteño brinde una vivienda a cada familia. "Recobramos lo que es nuestro", dice Carlos Vargas, presidente de la Cooperativa de Vivienda, Crédito y Consumo San Telmo, entidad que sostiene tener escriturado a su nombre "el 70 por ciento de la propiedad".
En 2003 fueron desalojados por el entonces jefe de gobierno Aníbal Ibarra y en 2009 el predio fue expropiado y cedido por la administración de Mauricio Macri al estado español para que fuera reciclado e hiciera su sede el Cceba. Hoy, después de nueve años, la situación vuelve a ser como al principio.
Según cuenta Vargas, Ricardo Ramón Jarne, director del centro cultural español, les dijo que "por la difícil situación que estaba viviendo su país iban a retirarse del edificio y que quería devolvérselo a la cooperativa".
Ramón niega esa versión y asegura que ingresaron el domingo a partir de un engaño. "Vino una mujer diciendo que estaba descompuesta, que necesitaba un baño. El guardia de seguridad la dejó pasar y en ese momento ingresaron cuatro personas más e hicieron entrar al resto."
Teresa Mealla, de 42 años, quien habita desde el domingo junto a sus tres hijas y sus nietos, cuenta que está feliz de haber vuelto. "Esta es nuestra casa, viví 20 años en este lugar", dijo. Colchones y frazadas son lo único que tienen: "Aún no pudimos entrar los muebles", cuenta. Para bañarse, a falta de gas, hacen fuego y calientan agua en grandes tachos. Por las noches se juntan y arman una olla popular. Durante el día los chicos van a la escuela, algunos adultos trabajan y otros se la pasan pensando en cómo seguir adelante.
Los ocupantes cuentan que después del desalojo su vida se convirtió en un caos. Muchos tuvieron que vivir en hoteles, alquilar o dormir en la calle, mientras otros confiesan haber tomado algún galpón abandonado. "Dos murieron a la intemperie", dice Mealla angustiada.
Los vecinos aseguran que nadie del gobierno se acercó al lugar; tampoco lo hicieron durante los nueve meses que reclamaron y acamparon en la vereda, pero que el 15 del actual tendrán una mediación judicial y esperan solucionar el tema. "Lo que le pedimos a Macri es una vivienda para cada familia. Nosotros estamos dispuestos a devolver el predio; eso sí, queremos que se convierta en un espacio de arte y cultura abierto a la comunidad", explica Vargas.
Hoy, a las 16, los ocupantes del ex Padelai cortarán la esquina de San Juan y Paseo Colón.
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