Según el "índice Big Mac",en Buenos Aires se viaja barato
Con el traspaso sin subsidios del subte a la Ciudad surgió una acalorada discusión sobre cuál tenía que ser la tarifa del serviciopara compensar la inflación de costos y la quita de subsidios. El gobierno porteño propuso una tarifa de $3,5, que ha sido cuestionada por ser, supuestamente, demasiado elevada.
El objetivo de esta columna es comparar la tarifa propuesta con tarifas del mismo servicio en 25 ciudades del mundo, pero en términos reales o ajustadas de tal forma que reflejen el nivel local de precios en cada una de estas ciudades.
Dada la complejidad de encontrar un índice que refleje el nivel agregado de precios de una ciudad y resulte además comparable a los índices de precios en otras ciudades, se decidió utilizar en su lugar el precio de un Big Mac en moneda local como referencia, y expresar el boleto de subte en cada una de las 25 ciudades como el porcentaje del precio del Big Mac en cada país.
Por ejemplo: según la revista británica The Economist, en enero del 2013 un Big Mac en Colombia costaba $COL 8.600 y según el Metro de Medellín la tarifa de dicho servicio costaba $COL 1.550, ergo, el boleto de subte en Medellín cuesta el 18% de un Big Mac, y así sucesivamente con el resto de las ciudades estudiadas.
Para ajustar el valor de la tarifa del subte el precio de un Big Mac tiene dos grandes ventajas con respecto a un índice local de precios. Por un lado es sencillo de obtener y de interpretar, y por el otro es el precio de un servicio que es homogéneo en todo el mundo: el Big Mac es exactamente el mismo en todas las ciudades del mundo, evitando así la utilización de índices construidos con metodologías diferentes.
El gráfico que acompaña estas líneas ilustra dicho cálculo para todas las ciudades de la muestra incluyendo el valor promedio de la muestra, que es 37% del precio de un Big Mac.
En Argentina hoy un Big Mac cuesta (luego de mucho tiempo de permanecer congelado) $26.50 con lo que la tarifa propuesta de subte representaría sólo un 13,2% de dicho valor.
Puede observarse que, aún con la tarifa propuesta de $3,50, Buenos Aires estaría en el segundo lugar respecto del boleto más bajo de la muestra -sólo más caro que el de la Ciudad de México.
Si el boleto de subte subiera al promedio de la muestra de ciudades (37% del precio local del Big Mac) debería entonces elevarse a casi $10 (37% de $26,50). Si, por el contrario, tomáramos sólo el promedio de ciudades latinoamericanas, este valor caería al 20% del precio de un Big Mac con lo cual el boleto de subte debería subir sólo a $5,3(20% de $26,50).
En síntesis, el análisis sugiere que el valor propuesto para la tarifa de subte es, en términos reales, de los más bajos del mundo. El análisis presenta obviamente limitaciones, a saber: compara servicios de subterráneos de diferente extensión, calidad y tecnología, ciudades con diferentes topografías y densidades de población, no tiene en cuenta otros ingresos que pudieran tener las concesionarias que prestan el servicio y no tiene en cuenta el nivel de subsidios que los diferentes gobiernos pudieran eventualmente aplicar a los servicios de subterráneos.
Sin embargo, es claro que sin subsidios los boletos en las diferentes ciudades serían aún más elevados y el boleto propuesto para Buenos Aires quedaría aún más rezagado todavía con respecto al resto de la muestra de ciudades.