Toman otro terreno en Villa Lugano y la policía los expulsa

A ocho días de la usurpación de un predio lindero a la villa 20, en Villa Lugano, este barrio del sur porteño volvió a ser epicentro de un conflicto de características similares. Esta vez, sin embargo, un operativo de desalojo llevado adelante por la Policía Metropolitana, con orden judicial, puso fin a la usurpación. El procedimiento terminó con seis detenidos, entre ellos, cinco mujeres. El lugar quedó con custodia uniformada.

El enfrentamiento se desató cuando unas veinte personas, en su mayoría mujeres con niños, ocuparon un terreno público en una zona conocida como Barrio Pirelli, donde estuvo la villa 17 y hoy hay un complejo de viviendas sociales, en Zuviría y José León Suárez, a unas 30 cuadras del terreno ocupado en Fernández de la Cruz y Pola.

Las familias que protagonizaron la toma ingresaron durante la madrugada a un predio, que está destinado a un proyecto de construcción de viviendas sociales del gobierno porteño, que tiene unos 30 por 60 metros. Según informaron fuentes de la Secretaría de Hábitat e Inclusión (Sechi) porteña, en el momento en que se enteraron de la toma, alrededor de las 3.30, realizaron una denuncia ante el Ministerio Fiscal. En poco tiempo intervino el fiscal Gustavo Galante, que exigió a los usurpadores que se retiraran y, ante la negativa, ordenó el desalojo.

Las mujeres trataron de resistir y la policía recurrió al uso de un camión hidrante y de gas lacrimógeno. Los ocupantes respondieron tirando cascotes, y todo el operativo concluyó con cinco mujeres y un hombre detenidos. Según fuentes de la fiscalía, los detenidos iban a ser indagados durante la noche de ayer.

Según relataron varios vecinos que participaron o presenciaron la toma, el objetivo de las mujeres no era construir en el terreno, sino realizar un reclamo frente al Instituto para la Vivienda de la Ciudad (IVC).

Este instituto -que depende de la Sechi- construyó en las cuatro manzanas que ocupaba la villa 17 unas 300 viviendas sociales en los últimos seis años, para urbanizarla. En el terreno ocupado falta construir el último bloque de 40 departamentos para terminar con la relocalización de los habitantes de la villa.

Carácter transitivo

Los vecinos que ayer usurparon el terreno reclaman que esas 40 unidades sean asignadas a los hijos de los habitantes originales de la villa, algo que, según los vecinos, se les prometió hace seis años, cuando comenzó el proceso de urbanización.

"A mí me asignaron un departamento de dos ambientes en 2009 y en ese momento nos prometieron que cuando terminaran de construir y mis hijas ya fueran mayores les asignarían su vivienda. Pero ahora creemos que se la van a dar a gente que no era de acá", explicó a LA NACION Cristian Burela. Una de sus hijas era una de las que reclamaban.

Desde la Sechi negaron que el gobierno porteño les haya prometido aquello a los vecinos de la villa 17.

"Nosotros en su momento censamos a todos los habitantes, y las cuarenta viviendas que faltan serán asignadas a aquellas personas que se censó originalmente, no a los hijos de las familias", explicó Marina Klemensiewicz, jefa de la Sechi.

Los usurpadores, además, denunciaron que quien fue el puntero de la villa en el momento en que se realizaron los censos, a quien identificaron como Agustín Fernández, los estafó, ya que se dedicó luego a vender las viviendas sociales entre personas externas a la villa.

"La condición, cuando nos relocalizaron, era que a los hijos también les iban a dar vivienda, pero en vez de eso este puntero hizo un negocio vendiendo departamentos a 20.000 pesos y el certificado de que eras de la villa a 5000. Ahora los chicos no van a recibir lo que les prometieron y el otro hizo un negocio millonario. Esto no fue una toma, fue una protesta para que esto no pase", explicó la vecina Luciana Marini.

"Los vecinos tendrán que hacer la denuncia correspondiente y la resolución quedará en manos de la Justicia", señaló Klemensiewicz.

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Respuesta al secretario Berni

El Colegio de Magistrados, integrantes del Ministerio Publico y funcionarios del Poder Judicial y de la Asociación de Magistrados del Poder Judicial porteño rechazaron las declaraciones del secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, referentes a la actuación judicial en el conflicto de la toma en Villa Lugano. Berni había dicho que a los fiscales porteños les gustaba "dormir". Las expresiones fueron consideradas "agraviantes" por esos organismos judiciales.