Un día imposible para el tránsito en el centro porteño por un reclamo en Trabajo
Con dos cortes, agrupaciones cooperativistas mantuvieron bloqueada la zona entre Retiro y el Bajo desde el mediodía hasta anoche; los manifestantes exigían a la cartera laboral el acceso a distintos planes de asistencia social
El tránsito por el centro porteño fue ayer casi imposible por causa de dos piquetes de agrupaciones cooperativistas que exigían al Ministerio de Trabajo el acceso a diferentes planes sociales. Los cortes, realizados frente a la cartera laboral y en el cruce de las avenidas Córdoba y Madero, dos puntos estratégicos de la zona, convirtieron las calles en una suerte de cárcel a cielo abierto en la que cientos de miles de conductores de autos y camiones y pasajeros de colectivos y combis quedaron atrapados en las principales avenidas del Bajo.
Cruzar ese sector de la ciudad se convirtió en una odisea que se extendió a lo largo 9 de Julio, Libertador, Corrientes, Eduardo Madero, Córdoba y Alem. A muchos, salir de ese atolladero les tomó tanto tiempo como un viaje a la costa atlántica.
El colapso del tránsito comenzó al mediodía, cuando un grupo de manifestantes agrupados en movimientos sociales y organizaciones de trabajadores de cooperativas acamparon sobre Leandro N. Alem, entre Viamonte y Tucumán, frente a la sede de Trabajo, y cortaron Córdoba y Madero, avenida esta vital para el tránsito pasante de camiones.
Los grupos que encabezaron la protesta reclamaban un aumento y mayor acceso a planes sociales de la cartera laboral, como el Programa de Trabajo Autogestionado (PTA), el Programa de Empleo Comunitario (PEC) y Construir Empleo. La protesta reunió a unos 200 manifestantes que respondían a la Federación de Organizaciones de Base (FOB), el Movimiento Teresa Rodríguez (MTR), y la Asociación Gremial de Trabajadores Cooperativistas Autogestionados y Precarizados (Agtcap).
Ana Minen, vocera de FOB, explicó a LA NACION que el corte y acampe se debían a que los planes "claramente no se ajustan a las necesidades básicas mínimas en tiempos de inflación" y que "son modelos de trabajo precarizado, ya que con $ 800 mensuales no se puede llevar adelante ningún emprendimiento productivo". Agregó: "Nuestra intención es no irnos con las manos vacías".
En una carta al ministro de Trabajo, Carlos Tomada -que ayer estaba en Moscú, en una reunión preparatoria a la cumbre del G-20-, las organizaciones resaltaban que la medida de fuerza no fue ejecutada "de buenas a primeras" y detallaban que ya se habían reunido con autoridades laborales a fines de mayo y mediados de junio, aunque sin obtener respuesta a sus reclamos.
Matías Pacheco, de Agtcap, afirmó que las organizaciones que llevaron adelante los cortes son "excluidas" de los planes PEC y Construir Empleo, y que el PTA "no llega al interior del país". Según Minén, entre 3000 y 3500 integrantes de las tres asociaciones a lo largo de todo el país son actualmente beneficiarios de planes de Trabajo en cooperativas de distintos rubros, como el textil, la construcción y otros servicios.
A las 17, los referentes de las organizaciones fueron convocados a una reunión en el ministerio y el corte sobre Madero se levantó, pero el de Alem siguió en pie. Lo evidenciaban una veintena de carpas y la advertencia de mantener el acampe hasta obtener una respuesta favorable.
Mientras, el caos
Para entonces, las calles y avenidas del centro eran un mar de vehículos detenidos. Para quienes venían desde el norte, Retiro se transformó en un embudo. Quienes lograron desviarse por la avenida Castillo, en la zona portuaria, se encontraron, en Madero y Córdoba, con un corte total. Los que se vieron obligados por la policía a girar desde Libertador hacia la 9 de Julio terminaron en una inmensa caravana que avanzaba a paso de hombre hasta la altura del Obelisco, con la intención de girar en Corrientes hacia el Bajo. Muchos colectivos terminaron sus recorridos en Retiro.
Vista desde el Obelisco, Corrientes parecía una alfombra de autos. Néstor, un conductor que salió a las 14 de Pueyrredón y Corrientes, tardó cuatro horas en hacer 25 cuadras hasta Alem: lo mismo que le hubiera tomado llegar a Mar del Plata.
Cristina Fonteroy, que salió de San Martín y Corrientes, camino a Quilmes, tardó 40 minutos para hacer una cuadra y seguía detenida en Corrientes y Reconquista. Esteban, un motociclista, logró escabullirse entre algunos autos y ganar algo de tiempo rumbo a Puerto Madero: hizo dos cuadras en 30 minutos.
Tras cinco horas de viaje, varios pasajeros de una combi que había salido de San Isidro decidieron bajarse en medio de Corrientes y Reconquista. "Ya no daba más de tanto desgaste", dijo Marta, que hizo a pie las cuadras que le faltaban.
Los usuarios de las combis que viajan a la zona sur también sufrieron los piquetes. En Leandro Alem, una cola doble se extendía entre Perón y Sarmiento. "Estamos cansados de tanto corte", expresó Armando, que desde hacía una hora y cuarto esperaba un lugar para viajar a Temperley. Frente a ellos, muchos automovilistas que iban hacia Retiro daban vueltas en "U" sobre Alem, en busca de vías alternativas.
A las siete de la tarde, camino al Luna Park, Verónica Martucci corría por Viamonte con uno de sus hijos en brazos y otro delante de ella. "Teníamos función a las 18.30. Nos quedamos trabados en el tráfico hasta que pude estacionar en Córdoba y Florida", explicó, como pudo.
Por Madero, Lucas Lobera apuraba el paso mientras arrastraba una valija para llegar a la estación de ómnibus de Retiro antes de las 20 y no perder su colectivo hacia Misiones.
Anoche, las organizaciones que encabezaron los cortes habían recibido, por parte del Ministerio de Trabajo, una propuesta de reunión para el lunes, y debatían en asamblea si mantenían el acampe hasta hoy sobre la avenida Alem.
Manifestantes con motivos; otros, "ni idea"
La protesta de ayer, que comenzó al mediodía, concentró en el microcentro a unos 200 manifestantes de la Federación de Organizaciones de Base (FOB), el Movimiento Teresa Rodríguez (MTR), y la Asociación Gremial de Trabajadores Cooperativistas Autogestionados y Precarizados (Agtcap). Reclamaban al Ministerio de Trabajo un aumento de fondos para programas sociales del plan Construir Empleo y el fomento de las escuelas de oficios.Pero no pocos manifestantes que ayer a la tarde cortaban Madero y Córdoba no sabía por qué cortaban; es más, no sabían en nombre de quién lo hacían: "Ni idea..., pero acá no se puede pasar", dijo uno de ellos a LA NACION.