Coronavirus: un freezer se descompuso y para no desperdiciar las dosis se organizó una vacunación de emergencia a medianoche
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Los vecinos de Seattle vieron interrumpida su tranquilidad cuando, durante la noche, recibieron una alerta para vacunarse en las próximas horas. ¿El motivo? Uno de los freezers que almacenaba las dosis de la vacuna del Covid-19 había dejado de funcionar, por lo que la cadena de frío estaba comprometida. La única solución era aplicarlas lo antes posible, por lo que los ciudadanos llegaron hasta ahí en pijama y bata.
Según explicaron los medios locales, para que 1650 dosis de la vacuna Moderna no se echaran a perder, las autoridades recurrieron a las redes sociales y convocaron a quienes quisieran vacunarse en el momento.
De manera salomónica se repartieron las dosis. Unas 880 fueron para un centro de vacunación y 770, para otro. En ambos casos, se organizaron largas filas, todo en el marco de las medidas preventivas para evitar la propagación del virus.
En pocos minutos, más 150 voluntarios comenzaron a vacunar a las largas columnas de personas que se acercaron a los centros vacunatorios. “Mi hijo me llamó y me dijo: ‘Mami, tenemos turnos a la 1. Me abrigué y salí así. Ahora vuelvo y puedo seguir durmiendo”, aseguró una de las vecinas a una emisora local.
“Está todo tranquilo en la clínica de vacunación Swedish en el campus de la Universidad de Seattle. No podrán entender el milagro que ocurrió anoche. 150 voluntarios se organizaron fugazmente para administrar las 880 dosis de vacuna contra el Covid y que no se desperdiciaran”, se puede leer en un tuit de Amy Moreno, la periodista de King 5 News que cubrió la epopeya vacunatoria.
LA NACION
