Estudian las emisiones del volcán Peteroa
A pesar de estar lejos de cualquier ciudad, el volcán Peteroa está en el centro de las miradas de los científicos. Y, también, de sus "narices". Uno de los diversos abordajes que se están realizando en ese volcán de la cordillera de los Andes es el monitoreo de sus emisiones de gases.
Ese proyecto se suma a una serie de iniciativas en torno a ese volcán, que incluye la medición de las emisiones acústicas y hasta de las cenizas que se liberan a la atmósfera en la provincia de Mendoza, en la frontera con Chile.
El Peteroa fue sólo uno de los grandes temas que se trataron durante el quinto encuentro anual del Instituto Internacional de Ciencias de la Tierra (ICES, por sus siglas en inglés), realizado la semana pasada en Malargüe, Mendoza. Participaron alrededor de 180 investigadores de la Argentina, Italia y España.
El Peteroa es un volcán activo que alcanza los 4100 metros de altura, con varias fumarolas que emiten gases de diferentes tipos. Los glaciares en su zona más alta se encuentran en un proceso de retroceso, lo que provoca la formación de lagunas en permanente cambio.
"En marzo de 2009 instalamos un primer equipo con sensores de gases, temperatura y humedad en la base de ese volcán y realizamos un seguimiento que duró un mes", dijo el físico Daniel Rodríguez, investigador de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). En enero de 2010 su grupo instalará otros dos sensores. Los planes incluyen realizar nuevas mediciones durante tres meses.
"El objetivo es obtener datos de forma sistemática sobre las emisiones de gases, como el sulfuro de hidrógeno y el dióxido de carbono. Ocurre que los gases son indicadores parciales de la actividad de este tipo de volcanes y pueden ayudar a brindar información sobre la actividad volcánica", dijo Rodríguez.
Darío Nelson Torres, que integra el equipo que lleva adelante el proyecto de monitoreo de emisiones acústicas, destacó la importancia del carácter interdisciplinario del seguimiento de la actividad del volcán Peteroa. "Lo mismo ocurre en este encuentro del ICES, donde la clave es poder compartir ideas con investigadores de diferentes campos. Se genera un intercambio muy rico", dijo.
Dispersión de cenizas
Otro proyecto que tiene al Peteroa como protagonista es un estudio basado en la aplicación un programa computacional, llamado Hysplit, que fue desarrollado por los Estados Unidos y Australia. Sirve para calcular la trayectoria y el movimiento de partículas en la atmósfera ante posibles erupciones. Los investigadores utilizaron como referencia datos de las nubes de cenizas emitidas por el volcán Chaitén en 2008 y el Peteroa en 1991.
"El modelo Hysplit permite estimar la distribución de las partículas e incluso los gases emitidos a medida que transcurre el tiempo, teniendo en cuenta los datos de la atmósfera, como el viento y la temperatura, y las características de emisión, como la altura de la columna de emisión y el tamaño de las partículas emitidas", contó el licenciado en física Miguel Eduardo Zitto, investigador y docente de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires.
Ese programa podría ser utilizado ante posibles erupciones para estimar qué alcance pueden tener las nubes de cenizas e incluso los gases como el dióxido de azufre, que incluye en el sistema climático a nivel regional.
Así, por ejemplo, brindaría estimaciones sobre qué rutas aéreas podrían verse afectadas con las cenizas. También podría ayudar a determinar qué regiones se verían afectadas en sus sectores de agricultura y ganadería. Zitto además destacó que en este trabajo participan investigadores italianos y argentinos en un proyecto más amplio relacionado con el cambio climático.