La polución triplicaría el riesgo de defectos cardíacos en bebes
La exposición de mujeres embarazadas a contaminantes ambientales comunes puede incrementar el riesgo de que éstas den a luz bebes con malformaciones cardíacas, según un estudio de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA), que publica en su último número el American Journal of Epidemiology. Es la primera vez que se obtiene evidencia de que la polución del aire puede incidir en la aparición de defectos de nacimiento.
Las mujeres embarazadas que vivían en las zonas cercanas a carreteras de Los Angeles, Estados Unidos, en las que se registran altos niveles de contaminación ambiental con ozono y monóxido de carbono presentaron un riesgo tres veces mayor de tener un bebe con problemas cardíacos graves, según informaron los investigadores de la Escuela de Salud Pública y del Centro de Monitoreo de Defectos Congénitos de la mencionada universidad.
Alcances y limitaciones
Según los científicos, el riesgo se incrementó principalmente entre las mujeres expuestas a niveles elevados de contaminantes durante el segundo mes de embarazo, momento en el que el corazón y otros órganos del feto inician su desarrollo.
Los científicos analizaron información sobre el estado de salud de 9000 bebes nacidos entre 1987 y 1993, y registraron cuáles padecían problemas en el corazón. Luego compararon la calidad del aire de las cercanías de los hogares de los niños nacidos con defectos cardíacos con la del aire próximo a las viviendas de los niños sanos y descubrieron que, en el primer caso, existían altos niveles de ozono y monóxido de carbono en el ambiente.
"Observamos que las mujeres embarazadas expuestas a estas sustancias presentan un riesgo elevado de tener niños con problemas del músculo cardíaco, defectos en las válvulas y en arterias como la pulmonar o la aorta -explicaron los doctores Beate Ritz y John Harris-. En este grupo, los defectos cardíacos se presentaron en 1,76 casos cada mil nacimientos, con 935 casos anuales en California. La mayoría de estos bebes debieron ser operados antes de cumplir un año".
Sin embargo, admitieron que "necesitamos más evidencias para establecer una relación directa entre estos problemas y la contaminación ambiental. Aunque es la primera vez que podemos advertir que la polución puede jugar su rol en los defectos de nacimiento, y comprobar que hay muchas más enfermedades relacionadas con la calidad del aire que el asma u otras patologías de origen respiratorio".
Según explicó la doctora Ritz, "varios estudios anteriores sugieren que la polución puede tener efectos negativos en el embarazo, ocasionando, entre otras consecuencias, partos prematuros y bajo peso al nacer. Con respecto a la investigación que se publica en el American Journal of Epidemiology, todavía debemos decir que es limitada".
La limitación se refiere a que no se evaluaron, junto con los contaminantes ambientales mencionados, otros factores de riesgo potenciales, como el tabaquismo en las embarazadas, la exposición laboral a sustancias tóxicas, el uso o ausencia de suplementos vitamínicos que previenen malformaciones, el tipo de dieta y el peso de la madre.
Por otra parte, los investigadores admitieron que no existe una certeza total de que el monóxido de carbono o el ozono sean los causantes directos de los defectos cardíacos. Es posible que sean sólo marcadores de otro factor contenido en estas sustancias, que sería la causa real de los problemas.
"Podría ser sólo la parte visible de algo más, que podría provenir, por ejemplo, del tubo de escape de los vehículos", afirmaron los investigadores.