Ailén del Valle López está perdida desde el 14 de febrero de 2013

Lo que más le duele a María Isabel López es el silencio. Ya pasaron 10 años desde que su hija, Ailén del Valle López, se fue de sin decir a dónde iba. Desde entonces, lo único que supo es que fue a la casa de su novio, dos años mayor que ella, en Florencio Varela. Ahí fue donde los vieron a los dos juntos por última vez.

En todo este tiempo, desde el 14 de febrero de 2013, lo único que recibió María fueron acusaciones: “Decían que mi hija se fue porque a mí no me gustaba su novio, pero nadie se va por 10 años sin su DNI, ni su ropa, ni deja de hablar con toda su familia por eso”. Actualmente hay una recompensa de hasta 5 millones de pesos para quien aporte algún dato sobre ella y su novio.

A Ailén le gustaba mucho leer, soñaba con ser profesora de historia e irse de mochilera, aunque no sabía bien a dónde. Cuando conoció a su novio, que era consumidor de drogas, ella empezó a consumir, cuenta su mamá. Antes de desaparecer, Ailén ya se había ausentado otras veces de su casa, pero su madre siempre había podido encontrarla. La última vez fue distinto: “No sé si la vendieron a una red de trata, si está viva o muerta, pero sé que algo le pasó”.

Cuando Ailén cumplió los 15 años, su familia no pudo permitirse una gran fiesta, aunque ella tampoco quería una. Pasó el día en la pileta con dos amigas y su hermana, Magalí, que por entonces tenía cuatro años. Luego, se puso un vestido “sencillo” y fueron algunos amigos a cenar. “Ella era una adolescente como cualquier otra hasta que lo conoció a él”.

En estos 10 años, además del silencio, hubo pistas falsas que llegaron mediante llamados anónimos y muchos viajes de María a otras provincias para buscar a su hija y chequear esas pistas. Un día, un canal de televisión abierta la hizo hablar por teléfono con una persona que dijo ser Ailén: “Pero resultó ser alguien haciendose pasar por ella”, cuenta su madre.

A pesar de todo, María sigue viviendo en el mismo lugar, en Longchamps, partido de Almirante Brown, y conserva el mismo número de celular que tenía cuando ella se fue. “Por si aparece”, dice. Lo único que ya no está igual es su cuarto, donde ahora duerme su hermana.

A quién podés llamar si tenés un dato sobre ella:

• Podés escribirle al Ministerio de Seguridad haciendo click en este link o llamando a la línea 134.
• Podés llamar al 911.
• Podés comunicarte con la organización Missing Children al 0800 333 5500

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