Cierre de escuelas: el testimonio de una de las instituciones afectadas
Una de las escuelas afectadas por la nueva resolución del gobierno porteño, que cierra 14 colegios secundarios nocturnos bajo el argumento de "falta de alumnos y desactualización de planes de estudio", es la N° 2 Domingo Faustino Sarmiento, de Recoleta. Allí asisten, en el nocturno, 270 estudiantes. Según señaló su vicerrectora, Edith Ghiazza, en 2019 perderán tres divisiones y se quedarán con 10. Cerrarían un 3°, un 4° y un 5°. "Justamente, es en esos años donde nuestra escuela más matricula tiene", indicó. Y agregó: "Vamos a tener secciones con más alumnos, eso significa clases menos personalizadas y, por el tipo de alumnos necesitamos que los docentes puedan trabajar uno a uno". Este año se recibieron 34 estudiantes, sobre un total de 39, incluida una señora de 54 años, que fue abanderada.
Esta institución fue una de las ganadoras del premio Comunidad a la Educación por su proyecto Tutorías Académicas en Territorio, que trabaja con alumnos del vespertino que viven en la villa 31, del barrio de Retiro, y busca ayudarlos a terminar el secundario.
Desde el gobierno porteño sostienen que "se dan de baja porque tienen planes de estudio de 1974". Andrea Bruzos, subsecretaria de Coordinación Pedagógica del Ministerio de Educación, respondió que muchas de estas escuelas aún tienen materias como tecnología mercantil y contabilidad mecanizada, que no tienen ninguna utilidad en el mercado laboral actual. "Además, en algunas hay secciones que tienen cero alumnos y 12 profesores. Entiendo que muchos se pregunten porqué, en lugar de darles de baja, no actualizamos los planes de estudio. Pero la realidad es que podemos agregar con mayor celeridad más cursos a la oferta que ya existe", sostuvo la funcionaria.
Para Ghiazza, sin embargo, "lo más grave" es el "desmembramiento del grupo docente", ya que pasarán a tener "solo cinco preceptores y quedan cesantes 10 profesores" que habían entrado al colegio "por carpeta" y que son "los que llevan adelante el trabajo de la tutoría".
En ese sentido, Bruzos aseguró la continuidad laboral de todos los educadores. "Tenemos pocos docentes para cubrir los cargos actuales y los que se van a abrir el año próximo. Por la Nueva Escuela Secundaria siempre tenemos cargos nuevos. Hay 18.000 horas cátedra que tienen que ser reasignadas. Nadie se quedará sin trabajo", sostuvo la subsecretaria.
La vicerrectora del Sarmiento contó que la escuela nocturna funciona desde 1948 y que, gracias a su oferta, la matricula subió en los últimos años, "ya que son muchos los que van a terminar ahí el secundario". Además, funciona una guardería a la que asisten 60 madres.
Las tutorías tienen la particularidad de promover el desarrollo de vínculos con las familias de los estudiantes involucrados, mediante el apoyo escolar y armando planes de estudio que les permitan evolucionar académicamente. "Detectamos las problemáticas y tomamos la decisión de salir de la escuela, internarnos en el barrio y buscarlos casa por casa, para explicarles que su futuro está en la escuela, en el estudio", señalaron desde la institución.
Una de las alumnas que regresó al secundario del Sarmiento es Gessica Zelaya, de 24 años, quien acaba de terminar 4° año sin llevarse ni una materia. "Había dejado la escuela porque fui madre. Hoy tengo dos chicas y volví a estudiar gracias a las tutorías que nos ofrecen", contó la joven y agregó: "No nos ayudan solo con el estudio, sino también emocionalmente, porque venimos con muchos problemas del barrio. Es un formato diferente de estudio, te impulsan a continuar. Se familiarizan con vos".
Otros 250 alumnos afectados
La escuela de Comercio Nº 1 Dr. Joaquín V. González, en Barracas, es otra de las instituciones alcanzadas por la resolución del gobierno porteño. Entre sus tres turnos, tiene una matrícula de 1250 alumnos; 250 concurren al vespertino. Muchos de los jóvenes y adultos que asisten provienen de las villas 21-24 y Zavaleta.
"Sabemos que cierra el turno noche. Si bien figura en el Boletín Oficial, aún no recibimos notificación directa del rector, pero fuimos convocados para el próximo miércoles a una reunión con las autoridades, en la que dicen que van a reasignar las horas de los docentes del vespertino", explicó Ariel Cordisco, profesor de inglés de este colegio, el Nacional de Buenos Aires y el Liceo Nº 7, de Callao y Lavalle, un establecimiento que también sufrirá cierres. "Esto va a impactar en todos los turnos, ya que los profesores titulares de la noche que se queden sin horas van a ser reubicados en lugar de los interinos de la mañana y la tarde", agregó.
En 2016, Cordisco fue uno de los ganadores del premio Comunidad a la Educación por un proyecto que aplicó en el vespertino del Joaquín V. González hasta 2017 y que luego replicó en el Liceo Nº 7. "El liceo se encuentra en la misma situación: cierra. No van a inscribir para primer año y se reducen al 50% los restantes cursos hasta que se reciban los últimos alumnos. Allí trabajamos con chicos en situación de calle, personas mayores, todas de contextos muy vulnerables, que hacen un gran esfuerzo por ir. Son cursos chicos, pero requieren mucha atención", detalló el docente.
Su proyecto ganador surgió luego de detectar que la mayoría de los estudiantes desaprobaban la materia que dicta. "Estos índices eran muy altos y ponían en riesgo el egreso de 5º año de los chicos", apuntó Cordisco. Así, comenzó a dictar un taller en el que propone a los estudiantes subtitular al español rioplatense materiales audiovisuales que están en inglés o en francés.