De la heladera a aislantes térmicos: piden donaciones de sachets para abrigar a personas en situación de calle

Hace ya cuatro meses que la pandemia volvió mucho más difícil la realidad de las personas en situación de calle, lo que se profundizó tras la llegada del frío. Para dar una mano ante una vulneración no resuelta, Fundación Espartanos, La Sachetera y Caminos Solidarios Argentina se unieron para transformar sachets de leche o yogur vacíos en protectores aislantes, que serán entregados a personas que duermen en veredas, plazas y otros recovecos de la Ciudad y el Gran Buenos Aires.

Partiendo de la premisa elemental de que la calle no es un lugar para vivir, el Consejo Publicitario Argentino lanzó la campaña El Otro Frío , que busca visibilizar a la baja temperatura "que no se puede combatir poniéndose una campera o prendiendo la estufa", sino que responde a una problemática estructural: la alarmante realidad de quienes se encuentran por debajo de la línea de la indigencia.

Mariela Fumarola, fundadora de Caminos Solidarios –que desde hace años brinda, mediante una red de 600 voluntarios, un acompañamiento integral a personas en situación de calle–, pone el foco en una cuestión central: el aislante térmico está lejos de ser una solución, sino que busca "ser un trampolín" para visibilizar "una realidad dolorosa". "Nosotros apuntamos a que quien hoy está guardando y reciclando un sachet, quizás en unos días se encuentre con alguien en situación de calle y le diga: ‘Hola, ¿cómo estás?, ¿necesitas algo?’. Que lo incluya en su mirada, en su mundo y lo ayude para que se vaya levantando. Es mucho más que un sachet: es mirar al otro", señala Fumarola.

La campaña invita a todas las personas a que lleven sus sachets vacíos y limpios a su kiosco de diarios y revistas más cercano: hay más de 2500 que se sumaron en la Ciudad y el conurbano mediante la colaboración del Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas de la Ciudad Autónoma y Provincia de Buenos Aires (Sivendia) y la Sociedad de Distribuidores de Diarios, Revistas y Afines (Sddra). Además, hay otros puntos de recolección (ver aquí).

El objetivo es recolectar 200.000 sachets y la convocatoria es hasta el 31 de agosto. Este material será llevado al penal de San Martín, donde hombres y mujeres privados de su libertad que forman parte de la Fundación Espartanos –que promueve su integración social–, fabricarán los protectores aislantes, de 1,85 x 2 metros. Previamente, todos fueron capacitados por La Sachetera, un proyecto ambiental, solidario y voluntario que reutiliza sachets para confeccionar productos para donar. Por último, Caminos Solidarios los distribuirá en sus recorridas nocturnas.

Manos a la obra

La Sachetera nació en 2012 en la cocina de la casa de Goga Dodero, en Pacheco, Buenos Aires. Su misión es aparentemente tan sencilla como ambiciosa: lograr que miles de sachets (polietileno reciclable) que iban a parar a la basura fueran entregados a una red de voluntarios (en su mayoría mujeres) que los transforma en prendas que son impermeables y aislantes para situaciones de emergencia, como inundaciones, viviendas vulnerables, abrigar a personas en situación de calle o estudiantes de escuelas de alta montaña.

Para la campaña El Otro Frío y, gracias a que en los penales se autorizó el uso de celulares (las visitas están suspendidas para prevenir contagios), pudieron grabar videos tutoriales que fueron compartidos a Los Espartanos y Las Espartanas. "Nos gustó mucho poder transmitir todo nuestro saber y experiencia con ellos, que en este momento están aislados y con muchas ganas de brindar servicio hacia el otro", cuenta Goga.

Con la colaboración del Servicio Penitenciario Bonaerense, les hicieron llegar las casi 30 selladoras (todas donadas) que esperan instalar dentro de los pabellones. En el penal de San Martín, son 800 los internos e internas que participarán de esta iniciativa. Santiago Cerruti, coordinador de Fundación Espartanos, cuenta acerca del impacto que tuvo el proyecto en sus integrantes: "A los espartanos y espartanas siempre les gusta la idea de ayudar a otros. Forma parte del proceso de transformación personal que van haciendo: muchos, cuando recuperan su libertad abren merenderos, comedores u ollas populares en sus barrios. Cuando les contamos esta idea, dijeron un sí rotundo".

¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de donar los sachets? Lo fundamental es que estén recortados por todos sus bordes sellados, lavados, secos y apilados como si fuesen hojas de papel. "Si los entregamos de manera prolijita, en cada urna pueden entrar unos 2000", explica Goga.

¿Por qué se pensó en aislantes en lugar de, por ejemplo, frazadas o bolsas de dormir? "La calle es un lugar complicado y muchas veces las personas sienten que en las bolsas de dormir pueden quedar atrapadas. Las frazadas se mojan cuando llueve o con la humedad. El aislante lo usan mucho para resguardarse del viento y del frío, para el piso o los techos de las ranchadas", explica Fumarola sobre las dramáticas condiciones en que la calle es habitada.

"Es una cadena donde cada parte tiene un rol fundamental, desde el que dona el sachet hasta el que recibe la caja o elabora las tiras para los aislantes. El resultado es un producto con mucho amor", concluye Goga.

Más información:

• Campaña El otro frío: El proyecto cuenta además con la coordinación de la consultora MedioMundo, la colaboración de Fundación La Nación, Andreani, Arcor, Quilmes, Arredo, Pancha Data, Cora Blue, Brandformance y la creatividad de la agencia McCann Buenos Aires.
• Fundación Espartanos: busca bajar la tasa de reincidencia delictiva promoviendo la integración, socialización y acompañamiento de personas privadas de su libertad a través del deporte, la educación, el trabajo y la espiritualidad. Tiene más de 600 voluntarios y presencia en 58 unidades (llegando a 3500 detenidos) de 21 provincias del país.
• Caminos Solidarios Argentina: acompaña a cientos de personas en situación de calle por medio de las recorridas nocturnas, en donde brindan comida, elementos de higiene personal y asisten distintas necesidades.
• La Sachetera: es un proyecto ambiental, solidario y voluntario por el cual se reutilizan sachets para confeccionar productos para donar.