Desnutrición: en plena cuarentena, murió otro niño en Salta
Dos meses después de que el gobierno de Salta declarara la emergencia sociosanitaria en tres departamentos de la provincia tras la muerte de varios niñas y niñas por desnutrición, el hambre sigue sin dar tregua. Ayer, un chico de un año y seis meses falleció con un cuadro de sepsis y bajo peso en el hospital de Santa Victoria Este, una de las zonas más críticas. En el marco de la cuarentena que atraviesa el país ante la pandemia del coronavirus, referentes comunitarios alertan sobre el riesgo de que estos casos "vuelvan a quedar en olvido".
Según confirmaron a LA NACION desde el Ministerio de Salud de Salta, el niño era de la comunidad La Curvita e ingresó al hospital con fiebre y convulsiones a la 1.50 del martes, donde tuvo un paro cardiorespiratorio. Aunque le hicieron maniobras de resucitación, falleció a las 3.30.
Organizaciones que trabajan en territorio, indicaron a este medio que el niño pertenecía a la etnia chorote. Por otro lado, fuentes oficiales sumaron que el 23 de agosto había tenido una internación por gastroenteritis "con una evolución favorable" y que no había regresado a control hasta que ingresó al hospital ayer, en estado crítico. El 5 y 12 de marzo, aseguraron, había sido controlado por un agente sanitario en su comunidad.
El secretario de salud, Antonio de Los Ríos, confirmó que "el chico llegó en la madrugada con un cuadro muy avanzando de fiebre y convulsiones" y se lamentó por lo sucedido. También hizo hincapié en que "en la zona hay un trabajo enorme de organizaciones, provincia y Nación, y nos duele mucho que nos haya pasado, veníamos de muchas semanas recuperando chiquitos y trabajando fuerte. Fue un golpe duro que tuvimos. Son familias de alto riesgo y muchas veces no podemos llegar a tiempo".
Con respecto a las acciones iniciadas tras la declaración de la emergencia sociosanitaria en enero, el funcionario aseguró que, en el marco de la cuarentena, continúan según lo previsto. "Hay un equipo nuevo de la provincia trabajando en la zona, está la Cruz Roja, sigue el Ejercito, está Unicef. Se mantiene el trabajo en terreno. Hay una decisión política de hacerlo y lo vamos a seguir haciendo hasta el día que dejemos la función publica: no vamos a descuidar la zona", subrayó de Los Ríos.
Sin embargo, fuentes vinculadas al hospital de Santa Victoria y referentes de las comunidades indicaron que la situación continúa siendo crítica, y que se agravó en el marco de la pandemia. "Las ambulancias y los equipos médicos que habían sido puestos a disposición del hospital cuando se declaró la emergencia en enero, ahora se destinaron a atender la pandemia del COVID-19 y Santa Victoria quedó con una sola ambulancia de nuevo. El hospital está atendiendo con guardias y bajó mucho la energía que se había empezado a volcar", sostuvo una fuente que pidió que su identidad fuese resguarda.
Una emergencia crónica
Elisabeth Ferrer es médica, desde 1985 trabaja junto a comunidades de Salta y en diciembre se jubiló como docente de la universidad de esa provincia. "Me preocupa mucho que la situación actual que atravesamos por el COVID-19 tape otras cosas. El gobierno declaró la emergencia sociosanitaria a fines de enero con los primeros casos de muertes por desnutrición, por 180 días y con la posibilidad de extenderse por 90 días, pero no se han efectivizado muchas de las acciones", sostuvo la médica. Y agregó: "Las comunidades están recibiendo los bolsones de alimentos, que a veces no llegan por la lluvia, pero lo que más nos preocupa sigue siendo la falta de agua potable".
En cuanto al caso que se dio a conocer el día de ayer, Ferrer enfatizó: "La muerte de otro chico por sepsis y bajo peso muestra que las medidas que se fueron tomando son insuficientes y que hay que apurar más las cosas. Las comunidades ya están aisladas de por sí y ahora con el COVID-19 quedan más aisladas todavía".
La especialista subraya que el bajo peso pone a los chicos en una situación de riesgo permanente, porque les pone en jaque "su respuesta inmunológica". "Aunque un niño no esté con un déficit nutricional que implique una internación inmediata, eso no significa que no esté mucho más vulnerable que otro con peso normal y que no requiera cuidados, seguimiento y visitas continuas. Menos viviendo en una situación donde las condiciones de saneamiento no son las básicas", resumió Ferrer.
Según un reciente estudio coordinado por Ferrer y realizado por un grupo de profesionales de la Universidad de Salta -producto de la beca Salud Investiga Abraam Sonis, otorgada por el Ministerio de Salud de la Nación-, las tasas de mortalidad en menores de cinco años de la zona de Santa Victoria Este (31.94 cada 1000 nacidos vivos) triplican las de la Nación y las de la provincia. Por otro lado, la de mortalidad infantil (muertes en menores de un año) las duplican.
"La falta de hierro, calcio, proteínas y nutrientes esenciales va ocasionando un deterioro de la salud en todas las edades, pero los niños, al ser los más vulnerables, son lo que fallecen en mayor proporción. Con un estado inmunológico deprimido por la desnutrición, cualquier microorganismo les provoca una enfermedad que en ellos termina siendo grave", concluyó Ferrer.