Diana Estefanía Colman está perdida desde el 19 de junio de 2015
Tenía 25 años cuando fue vista por última vez el 19 de junio de 2015 en Guernica, Buenos Aires. Ese día se encontró sobre la ruta 210 con su exnovio. Allí, alguien apagó el celular de la joven. Según expuso la investigación, subió a la camioneta de su expareja y luego nadie volvió a verla.
Diana Estefanía Colman
Tenía 25 años cuando fue vista por última vez el 19 de junio de 2015 en Guernica, Buenos Aires.
Ese día se encontró sobre la ruta 210 con su exnovio. Allí, alguien apagó el celular de la joven.
Cada vez que aparece el cuerpo de una mujer asesinada, Ysabel se desespera y llama a su abogado para preguntarle si es su hija, Diana Colman. Pasaron siete años desde la última vez que la vio y en todo este tiempo no tuvo noticias.
“Tengo tres hijas mujeres y con Diana éramos muy compañeras. Me siento culpable con lo que pasó con ella, porque cuando me vine a la Argentina quiso seguirme”, cuenta Ysabel, que es de Areguá, Paraguay. Cuando Diana desapareció, quedó a cargo de Gustavo, su nieto, que hoy tiene 17 años: “Ella vivía para el nene, era todo lo que tenía”.
Diana trabajaba como vendedora en la feria La Saladita, de Constitución, y con mucho esfuerzo se había construido una casita en la parte de atrás del terreno de su mamá. “Era una guerrera total”, la define Ysabel.
La mañana del 19 de junio de 2015, Diana se levantó a las 6 y fue a la cocina a preparar mate. Después, despertó a Ysabel para compartir el desayuno juntas. La joven, que entonces tenía 25 años y un hijo pequeño, le dijo que iría a encontrarse con su exnovio. “Vuelvo al mediodía”, prometió, y cerca de las 9 salió de su casa en el barrio San Martín de Guernica, rumbo a la ruta 210. Allí, alguien apagó el celular de Diana y nadie volvió a verla.
Todos los días, madre e hija tomaban mate juntas. A las 14, Ysabel se iba a trabajar y volvía por la noche, a las 22. La mañana en que desapareció, Diana le dijo que tenía ganas de almorzar escalopes con arroz con queso, y que iba a volver para que comieran antes de que Ysabel se fuera. “Pero después de los mates, no volvió nunca más”, recuerda su mamá. “Lo único que digo es que el responsable es su exnovio, aunque la Justicia no me de la razón. No confío en nadie, porque para mí había pruebas suficientes para detenerlo pero nadie hizo nada”.
Sin embargo, Ysabel concluye: “Sigo teniendo fe. Perdí las dos piernas a causa de una enfermedad y sigo haciendo mis cosas sola. El año pasado sufrí un infarto, estuve seis días en coma y desperté: creo que Dios debe tener algo bueno para mí”.
A quién podés llamar si tenés un dato sobre ella:
- Podés escribirle al Ministerio de Seguridad haciendo click en este link o llamando a la línea 134.
- Podés llamar al 911.
- Podés comunicarte con la organización Personas Perdidas por whatsapp al 11.4915.9470