El confinamiento en los hogares se hace difícil, en parte, por la necesidad de recurrir a los comedores del barrioHernán Zenteno - LA NACION
En el comedor de la Fundación el Pobre de Asís, las raciones aumentaron notablemente desde que comenzó la cuarentena. De 350 que entregaban antes, ahora entregan cerca de 500Hernán Zenteno - LA NACION
Carina Corvalán, la coordinadora del comedor, cuenta que están brindando ayuda también a personas en situación de calle, que antes pedían en los comercios del Centro pero ahora, por la cuarentena, no tienen a dónde recurirHernán Zenteno
El comedor brinda merienda y cena, de lunes a viernesHernán Zenteno - LA NACION
La falta de ventilación adecuada en algunas zonas, así como el hacinamiento, son moneda frecuente en el barrioHernán Zenteno
Durante más de una semana, el barrio tuvo serios problemas con el suministro de agua. Si bien el problema comenzó a superarse, decenas de familias no lo tendrán resuelto en breve. El consumo de agua envasada fue una de las formas de atravesar la crisisHernán Zenteno - LA NACION
La empresa Aysa estuvo repartiendo agua durante los problemas con el suministro. Las personas debían acercarse con baldes y recipientes para recolectarla. El Gobierno de la Ciudad, en tanto, dispuso su reparto en vehículos más pequeños entre las familias impedidas de ir a buscarlaHernán Zenteno - LA NACION
Algunas manzanas vienen padeciendo problemas de presión de agua desde hace más de seis meses. Hay hogares, incluso, que no cuentan con un tanque adecuado para almacenarlaHernán Zenteno - LA NACION
En los comedores y merenderos, las mujeres suelen ser las encargadas de buscar el alimento para sus familias. Las filas comienzan más de una hora antes del repartoHernán Zenteno