
Nadie queda a un costado: la Fundación Pupi y un estrecho lazo con los principios
Con el propósito de apuntalar el cuidado de los chicos más desprotegidos, el futbolista Javier Zanetti, que se destaca en Italia y en el seleccionado argentino, llevó adelante un viejo proyecto que también incluye a las familias
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Nunca se apartaron. Siempre se mantuvieron a la par. Desde sus orígenes, el deporte mantuvo estrechos lazos con la solidaridad, con la pujanza en busca de un objetivo en común. Su concepto más romántico abrazó términos como salud, inserción, esparcimiento y encuentro. Y día tras día la Fundación Pupi (Por un piberío integrado), tal el apodo de su mentor, el futbolista Javier Zanetti, de Internazionale, de Italia, reivindica aquellos sentimientos y acciones que hoy parecen casi en desuso.
La iniciativa de Zanetti y de su esposa, Paula, fue motorizada por el aporte de algunos benefactores y un pequeño grupo de voluntades. La piedra basal de la fundación ahuyentó remanidos preconceptos. Todos cinchan por devolverle la fe, la dignidad y la esperanza a la niñez -y sus familias- en estado de riesgo social. El proyecto nació en 2002 e incluyó a 39 chicos de entre 3 y 8 años, en su mayoría de barrios humildes de Remedios de Escalada, Gerli y Lanús. Hoy, junto con sus seres queridos, 87 niños buscan un camino para su desarrollo.
La metodología de trabajo, impulsada por el sacrificio más genuino, no conoce secretos. Los chicos están a cargo de personal capacitado, voluntario o contratado. Diariamente son acompañados a la escuela, donde se les sirve la tradicional "copa de leche". Al mediodía, ya en la fundación -Bouchard 35, Lanús- comen y practican educación física, música, natación y expresión plástica y corporal, entre otras actividades. Por la tarde, antes de retirarse a sus casas, toman una abundante merienda.
El deporte tiene un papel preponderante y se extiende por cada rincón. Aquellos hermanos que por su edad, entre 8 y 16 años, no pueden ser incluidos en la idea original, encuentran un lugar en el proyecto que nació bajo el lema "Una Alternativa de Vida", que cuenta con profesores de educación física, médicos deportólogos y psicólogos.
Para el programa se llegó a un acuerdo con la Federación Deportiva de Buenos Aires y la Secretaría de Deportes de la Nación. En abril del año último, se amplió el espectro con otro trato con la Fundación de Organización Comunitaria e Inter Futura, sociedad dependiente del club Inter. A partir de entonces, el proyecto se llamó Inter Campus Argentina. La alianza implica cooperación económica y profesional. Actualmente, todas las actividades se desarrollan en el club Talleres, de Remedios de Escalada.
"Tuve una infancia difícil y, pese a que no vivo actualmente en la Argentina, estoy muy al tanto de la situación por la que atraviesa y el efecto que eso tiene en los niños más pobres (...) Nuestro propósito inicial es satisfacer las necesidades básicas de alimentación, educación, higiene y cuidado de los niños y, a partir de ellos, ayudar a las familias y a la comunidad a la que pertenecen."
Las palabras de Zanetti no se desvanecen en el aire. Los planes no dejan a nadie a un costado. La fundación puso en marcha cuatro microemprendimientos para reinsertar en el ámbito laboral a los padres de los chicos. Un taller de costura, la fabricación de pañales descartables, repasadores y delantales, una huerta orgánica y la elaboración de productos panificados son las eventuales alternativas. Para ello se refacciona un inmueble cercano al barrio de pertenencia de la mayoría de las familias involucradas. El estandarte flamea en lo alto: nadie queda al margen.
www.fundacionpupi.org
87 son los chicos que alberga la fundación. Además, 60 familias participan en las diversas actividades; otros 150 chicos, de entre 8 y 17 años, realizan disciplinas deportivas






