“Sin DNI no hay vacuna”: el drama de los adultos mayores en situación de calle
En el Hogar Sagrado Corazón de Jesús, de Zárate, viven 23 adultos mayores en situación de indigencia, sin DNI, que no pudieron inscribirse aún para recibir la vacuna contra el Covid-19
“Sr. Presidente, vengo desde Zárate de un hogar de abuelos indigentes y el municipio no los vacuna porque no tienen DNI”, dice el cartel blanco con letras negras que Marcelo Prado lleva entre las manos. En esas líneas, resume un pedido desesperado que hasta ahora no tuvo respuesta. Prado tiene 44 años, es laico consagrado y fundador del Hogar Sagrado Corazón de Jesús, en esa localidad bonaerense. Desde esta mañana y en el día que la provincia de Buenos Aires alcanzó el primer millón de personas vacunadas contra el Covid-19, se encuentra con un pequeño grupo de voluntarios de esa institución frente a la Quinta de Olivos, buscando llamar la atención del presidente Alberto Fernández.
Marcelo representa la voz de 20 adultos mayores en situación de extrema vulnerabilidad: tienen entre 60 y casi 90 años, viven en la indigencia, sin familias ni redes de contención, sin jubilaciones ni pensiones, muchos con padecimientos de salud mental y otras problemáticas complejas. Hasta antes de llegar al Hogar Sagrado Corazón de Jesús, dormían a la intemperie, en plena calle. Pero hay un detalle más: no tienen DNI y, sin esa primera e indispensable llave de acceso a los derechos más elementales (entre ellos, a la salud), hasta el momento no consiguieron inscribirse para recibir la vacuna contra el coronavirus.
“El hogar tiene 20 años e hicimos varios reclamos al municipio de Zárate, pero no tuvimos respuesta: nos dicen que si no tienen DNI, no los pueden vacunar”, explica Prado. Elisa González, una de las voluntarias, cuenta que se intentó hacer por todos los medios la documentación de los hombres y no se logró por distintos motivos, “entre ellos, muchos no cuentan con partida de nacimiento, tienen patologías como Alzheimer, algunos ni siquiera recuerdan su nombre, otros son personas rehabilitadas del alcoholismo, que lo perdieron todo”. González agrega que, en varios casos, cuando llegan al hogar se les pone un nombre “para darles identidad”, porque no pueden responder cómo se llaman. “Para el Estado son NN, por lo tanto no pueden acceder a la vacunación, que es lo que estamos reclamando”, resume.
LA NACION intentó comunicarse con el Municipio de Zárate, pero aún no tuvo respuesta. Consultadas por este medio, fuentes del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires respondieron que actualmente “no existe ninguna instancia de inscripción de la vacuna que no sea vía web o aplicación, y para eso es necesario el número del DNI”. Sobre este caso puntual, aseguran que no tuvieron otro similar y que “habría que evaluar cómo se resuelve”, ya que necesitan que el hogar haga una presentación con una carta formal explicando la situación ante el ministerio.
Mientras tanto, los representantes del hogar esperan. Explican que de los 23 adultos mayores que tienen a su cargo, solo de tres consiguieron la documentación necesaria para tramitar su DNI y, por ende, pudieron ser vacunados. “Del resto, del municipio nos dieron mil vueltas y finalmente nos respondieron que no los iban a vacunar porque no tienen documentos y no pueden subirlos al sistema. Golpeamos todas las puertas habidas y por haber, no obtuvimos respuesta y por eso decidimos venir hoy a manifestarnos pacíficamente”, detalla González.
Refugio para los más vulnerados
El Hogar Sagrado Corazón de Jesús nació en 2001, en plena crisis, cuando Prado, que en ese momento era Misionera de la Caridad y hoy es laico consagrado en la diócesis de Zárate, buscó una respuesta ante la cantidad de adultos mayores que veía durmiendo a la intemperie. Así, en tierras donadas por el obispado, empezó a pulmón con lo que hoy es el hogar, que se sustenta gracias al apoyo de donantes individuales y la ayuda de la Iglesia.
“Cuando empezó la pandemia, el municipio nos pidió que hiciéramos todos los días declaraciones juradas con la salud de los abuelos, cosa que cumplimos a raja tabla, y nos prometieron que iban a vacunarlos. Pero hoy nos dicen que no es posible”, describe Prado. Los adultos mayores que viven en el hogar presentan un abanico de problemáticas de salud, como enfermedades en las vías respiratorias por haber tenido “neumonía tras neumonía” cuando estaban en la calle. Dice que lo único que piden es que los vacunen cuanto antes y les digan “qué va a pasar con el resto de los abuelos que vayan llegando al hogar y que no tengan DNI”.
Mónica De Russis es presidenta de la asociación civil Amigos en el Camino. De domingo a viernes, desde las 20 hasta la medianoche, sus voluntarios recorren la ciudad de Buenos Aires para brindar asistencia a quienes viven en situación de calle. Cuenta que cruzarse con adultos mayores sin DNI es una realidad con la que se encuentran a diario. “Algunos perdieron sus documentos, a otros se los robaron, pero hay una gran parte que nunca lo tuvieron, que ni siquiera tienen partidas de nacimiento o constancias de parto. Hay muchos más casos de NN circulando por CABA de los que uno se puede imaginar”, dice De Russis en referencia al territorio porteño, que es el que ella conoce a fondo.
Sin acceso a ese derecho fundamental, que es la identidad, se vulneran muchos otros. “Perdés acceso a todo, desde un subsidio o plan hasta la posibilidad de sacar un turno en un hospital”, subraya De Russis. Muchas de las personas que acompañan tienen problemáticas de salud mental de todo tipo. “Están a la deriva, esperando la muerte, porque nadie se hace cargo. Hay personas mayores que tienen problemas de demencia y esos casos son durísimos, porque no saben ni su fecha de nacimiento y a nadie les importa”, resume.
En cuanto a las vacunas contra el Covid-19, señala con preocupación: “Hoy la única posibilidad de sacar un turno es por Internet. ¿Quién tiene acceso en la calle a Internet? No es nada fácil”. Amigos en el Camino forman parte de la Asamblea Popular de Personas en Situación de Calle. “Pedimos que sea tenida en cuenta la población en situación de calle para un cronograma de vacunación, ya que sus riesgos son altísimos”, concluye De Russis.
Cómo colaborar
Hogar Sagrado Corazón de Jesús: necesitan alimentos no perecederos para los adultos mayores que viven en el hogar y para los 230 niñas y niños que reciben viandas para merendar. En este documental se puede conocer más de su historia. Para colaborar, comunicarse por teléfono al: 03487-427096 o por mail a hogar_scdejesus@hotmail.com. Facebook
Asociación civil Amigos en el Camino: en Facebook se puede conocer más del trabajo que hacen y colaborar a través de https://amigosenelcamino20.wixsite.com/donaramigos. Para contactarse amigosenelcamino@gmail.com; tel.: (011) 15-5838-7458.