Trabaja junto a comunidades wichis y qom para mejorar su calidad de vida
Son las cuatro de la tarde y el padre de una de las familias de la comunidad wichi Misión Chaqueña, a 45 km de la ciudad de Embarcación, en Salta, prende el fuego para calentar la pava con agua del lago. Ese mate y, posiblemente, un pedazo de pan o de tortilla, serán lo primero que él, su mujer y sus hijos comerán en el día.
"En los pueblos que visitamos comen una vez al día y no por cultura, sino porque no tienen comida. Lo que es el supermercado para nosotros, para ellos es el monte", cuenta Horacio Herbel (51), pastor entrerriano que hace seis años fundó Ellos son, una organización con la que, mediante perforaciones en la tierra, brinda agua potable a comunidades qom, wichis, chorotes y guaraníes en Salta, Santiago del Estero y Misiones. Al día de hoy, ya lograron realizar ocho.
Al convivir con las familias y ver todas las necesidades que tenían –desde la falta de agua potable hasta la desnutrición, especialmente en niños y adultos mayores–, Horacio decidió, además, abrir merenderos para los chicos.
Pero, cuando en enero viajó a supervisar los avances en la nutrición de los chicos y al grupo de organización del merendero, empezaron a seguirlo "los abuelitos de la comunidad" que le pedían si tenía algún alimento para darles.
Así fue que decidió cocinar también para ellos. "Estaban todos con muy bajo peso. A partir de ese momento, empezaron a venir también con su bandejita a buscar arroz con leche o lo que sea que cocináramos ese día", cuenta Horacio.
Otra de las carencias que el pastor ve es el acceso a la educación. Si bien algunas comunidades están a pocos kilómetros de las ciudades muchas se encuentran a más de 50 km de un centro urbano. "Muchos chicos –explica Horacio– nacen sentenciados a no leer ni escribir porque no pueden ir a la escuela, no solo por la distancia, sino también por su imposibilidad económica. ¿Quién les va a sustentar los apuntes si en la casa no tienen para comer?".
El pastor señala que una problemática que está surgiendo como consecuencia de la interacción con la ciudad es la adicción, tanto a las drogas como al alcohol. Es por eso que, junto a su equipo, buscan también hacer un trabajo espiritual, dando charlas, especialmente a los más jóvenes, abordando estas temáticas.
Además, están comenzando con otro plan de ayuda para chicos con discapacidad a través del que les asignan a los niños "padres adoptivos simbólicos" (que pueden ser de cualquier parte del país) para ayudarlos de forma material a través de donaciones de dinero.
A través del trabajo que hacen con las perforaciones, los voluntarios de Ellos son han logrado acercarse y ser aceptados por los miembros de los pueblos originarios, lo cual muchas veces es difícil tanto por las diferencias en la lengua, como por otras diferencias culturales. "Hay que brindarles herramientas y creo que hay mucho trabajo de fondo por hacer con todas las comunidades en nuestro país", concluye.
Cómo ayudar
La organización necesita platos, cubiertos, tazas, ollas, fuentes, mesas, sillas, ventiladores, un horno y una cocina industrial para el merendero de la comunidad Misión Chaqueña, con aproximadamente 4000 habitantes (de los cuales, más de 1000 son indocumentados). Para ayudar, podés contactarte al +54 9 349 268-9267 o a través de la página de Facebook de Ellos son.