Finalmente, el monumento a los bailarines del Teatro Colón volvió a la fuente para el homenaje

No fue una sino varias las veces que resistió, de pie, los ataques del vandalismo, pero la última noche, en noviembre de 2019, la voltearon y terminó fuera de su pedestal: la estatua Homenaje al Ballet Nacional, que recuerda a los bailarines José Neglia y Norma Fontenla, muertos en la tragedia aérea de 1971 junto con otros siete artistas del Teatro Colón, estaba desde entonces en talleres de restauración. Pandemia mediante, finalmente ayer el gobierno porteño la reinstaló en la fuente de la Plaza Lavalle, frente al Teatro Colón. También se repusieron las placas junto al monumento que recuerda el triste hecho del que se cumplieron el domingo cincuenta años.

La semana pasada, LA NACION había visitado la fundición en la que terminaban de reparar la escultura, que conjuntamente con los talleres del MOA (Monumentos y Obras de Arte) del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, reforzaron los puntos de apoyo y reconstruyeron parte de la figura de la bailarina, a la que le habían robado un brazo en el último ataque. En esa ocasión, Juan Vacas, subsecretario de Paisaje Urbano, junto con el especialista Ricardo Bucchass, responsable del tradicional taller, mostraron además cómo se rellenó la estructura de la obra con plomo, para evitar que vuelva a ser víctima del robo de bronces, un delito que avanza en la ciudad.

Tras la reposición de la estatua en su sitio, en la Plaza Lavalle, el Colón programa entonces un acto en homenaje a los bailarines. Será el martes 19, a las 12.30, del que participarán autoridades y artistas de la casa.