"La tercera vía no supo prepararse para la recesión"
"La experiencia reciente es peligrosa; la historia es poderosa." Esa parece ser una de las principales conclusiones que inevitablemente surgen de un diálogo sobre el futuro del capitalismo con John Gray, el ex niño mimado de la intelectualidad británica y actual titular de la cátedra de Pensamiento Europeo de la London School of Economics.
De visita en Buenos Aires, invitado por la revista 3 Puntos como parte del ciclo El Nuevo Pensamiento Británico, Gray brindará hoy, a las 18.30, una conferencia sobre "Globalización v. democracia" en el auditorio del Banco Nación (Rivadavia 325) y pasado mañana, a las 18.30, expondrá en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.
Gray, que escribe para el diario The Guardian, es también autor de "Las dos caras del liberalismo" y "Falso amanecer: los engaños del capitalismo global", libros donde explora, con visión sombría, los nuevos escenarios.
-¿La revolución tecnológica no sirvió para consolidar un capitalismo triunfante?
-Es evidente que cuando se hablaba de una nueva economía, de un nuevo paradigma o nuevas verdades, eran esperanzas absurdas. Exactamente lo mismo ocurrió en 1920 con la explosión de la radiodifusión, sólo que -como señalaba el economista John Kenneth Galbraith, de más de 90 años- pocos más que él podían recordarlo. Por eso, la lección que queda es que en épocas de bonanza hay que ser más prudente y mirar más atrás que a los años anteriores.
-¿La experiencia reciente no sirve?
-La experiencia es una mala guía en política económica; lo que hay que tener es imaginación. Sobre la base de la experiencia se ataca a los enemigos que se conocen, no a los que vendrán. Como les ocurrió a los franceses con la línea Maginot, lleva a prepararse para las condiciones de guerras ya pasadas. Lo que hace falta, en cambio, es un conocimiento profundo de la historia para salir adelante.
-¿Pero no habíamos entrado en el fin de la historia dejando atrás los conflictos históricos?
-Esa fue la ideología triunfante sobre la que se basó la tercera vía, que no supo preparase para épocas de recesión y que por eso no sirve más. Pero la realidad es que hemos vuelto a dilemas clásicos, con el resurgimiento de los nacionalismos en Europa o las elecciones desagradables que deben hacer los países entre cohesión social y libertad individual, por ejemplo. Así que estamos hoy en el terreno más tradicional de la historia.
-¿Por eso usted recomienda leer a los clásicos?
-Yo creo que Hobbes o Aristóteles son fundamentales para entender la realidad. Las circunstancias cambian, pero el hombre permanece el mismo, y sólo leer a los clásicos sirve para recordarlo.