¿Qué vas a leer con tu hijo esta noche? Historias conmovedoras para tiempos difíciles

Acá estamos, una vez más, en una especie de loop interminable, en medio de una ola creciente de casos de Covid 19, con nuevas restricciones. Y, sí: son días difíciles para todos: chicos, medianos y grandes. Sin clases en la ciudad de Buenos Aires durante la próxima semana, volvemos a buscar refugio en los libros y a ofrecerles a las chicas y los chicos distintas opciones de lecturas. En la selección de esta semana predominan las historias vinculadas con los miedos y las emociones: lejos del concepto de “gerenciar” o etiquetar los sentimientos, estos libros juegan con un mundo de sensaciones para reflejar diversos estados de ánimo. Pasen, lean y suspiren.

Miedo a la oscuridad, de Fita Frattini (Lecturita Ediciones). “Mi abuela dice que la oscuridad es hermosa y que no tenemos nada que temer. Cuando oscurece, pasan cosas maravillosas”, cuenta Bruna, una nena a la que le encantan las plantas, los volcanes y los animales, pero tiene miedo a la oscuridad. Con la ayuda de una linterna, la protagonista ilumina las zonas oscuras que le despiertan temor, como esos monstruos de colores que imagina escondidos en su cuarto. Ideal para leer a los más chicos de la casa, a la hora de ir a dormir, las páginas están pobladas de imágenes coloridas y dibujos surrealistas que acompañan las frases en cada escena.

ABC de las emociones, de Mercedes Rodrigué (La Brujita de Papel). La editora del sello infantil La Brujita de Papel ofrece en este cuento ilustrado por O’Kif una historia protagonizada por animales que preparan una excursión al mar. La particularidad del texto es que presenta un juego entre las letras del abecedario y las emociones al tiempo que se va desarrollando la trama. Así, hay animales ansiosos como el ratoncito Anís y con bronca, como el rinoceronte Bruno. Especial para compartir con pequeños lectores que podrán identificar letras, sonidos y sentimientos de la A a la Z, pasando por la Y de ¡Yupi!

Mi abuela tiene un león, de María Elina (Periplo). Ilustradora y artista visual, María Elina narra con textos y con imágenes lo que siente y piensa un chico frente a una situación que nos impacta a cualquier edad: cuando los abuelos empiezan a perder la memoria, ya sea por una enfermedad o a causa de la vejez. “Un día, mi abuela se olvidó de mi nombre”, dice León al principio de la historia, bastante sorprendido porque la abuela está rara y lo llama Carlitos. Las ilustraciones, delicadas y en tonos pastel, resultan tan conmovedoras como el relato, que apela a la sensibilidad y a la empatía sin buscar impacto ni dar golpes bajos. Lo recomiendo para una lectura compartida, en un momento de calma, cuando haya tiempo disponible para conversar después sobre el cuento o sobre lo que les dispare la historia de León y su abuela desmemoriada.

Palabras mágicas para tiempos difíciles, de Cristina Núñez Pereira y Rafael R. Valcárcel (Capicúa). Los autores de Emocionario, una original enciclopedia ilustrada por más de veinte dibujantes que invita a los lectores de todas las edades a “saltar” de emoción en emoción para reconocer y diferenciar sentimientos y estados de ánimo, proponen en este nuevo libro una guía para “problemas y soluciones en tiempos de pandemia”. Ya desde la tapa se advierte que es una producción especial para esta época: los personajes aparecen con barbijos. Una selección de ilustradores, entre ellos varios conocidos de esta sección como Virginia Piñón, Cynthia Orensztajn y Gabriela Thiery, fue convocada para ponerle forma y colores a palabras como incertidumbre, cambio, preocupación, impotencia, agobio y aislamiento. Cada entrada conduce a otra relacionada: así, de la definición y los ejemplos sobre la incertidumbre se pasa a la información, presentada como “el mejor remedio” para los casos típicos de falta de datos o certezas.

En combo con este libro, Nube de Tinta publicó este año El arte de emocionarte, de los mismos autores, con ilustraciones de Luciano Lozano y Albert Arrayás, un manual con actividades para explorar las emociones. Trae sopa de letras, hechos de la historia, citas y reflexiones, anécdotas curiosas y recomendaciones de películas.

El poder de los abrazos, de Victoria Conte (Perinola). Editado por la autora, que es psicopedagoga y está al frente de un jardín de infantes y de una librería especializada en literatura infantil en la ciudad de Venado Tuerto, este libro habla sobre todo lo que significa dar y recibir un abrazo. Calma, amor, contención, alegría, emoción, nostalgia son algunas de las palabras vinculadas con el acto de abrazar. Con ilustraciones de Aldo Tonelli y letras de imprenta mayúscula, es ideal para lectores iniciales. Conte también ha publicado otros dos libros para chicos relacionados con las emociones: La calma de León y El desafío de León, ilustrados por la artista plástica Polly Boyle. El primero aporta ideas y consignas prácticas para despejar la mente de ansiedades y angustias y, al final, algunos consejos para padres y madres. El segundo aborda uno de los mayores desafíos de la infancia: aprender a andar en bicicleta. Y trae, también, un apartado final dirigido a los adultos y, como bonus track, un amuleto de la suerte para armar, como el del protagonista del cuento.

La alegría de Nina, de Inés Premoli y Leticia Masarachio (Abrecuentos). Es el primer libro editado por la librería Abrecuentos, que ya tiene cinco años. Tal como dice el subtítulo, se trata de “un cuento para niños y grandes sobre la gratitud”. Y apunta mucho más allá que a decir “muchas gracias”. A través de Nina, la protagonista de cinco años, los lectores van a descubrir unas cuantas situaciones de la vida cotidiana que son posibles “gracias” a alguien. “Gracias a Tomi aprendí a disfrutar de la música. Él quiere ser cantante y se pasa todo el día poniendo canciones que nos hacen bailar” es uno de los motivos por el que Nina aprendió a agradecer.

Regreso a casa, de Akiko Miyakoshi (Océano Travesía). Un libro ilustrado tan simple como conmovedor que narra con palabras e imágenes las últimas horas de un día. “Una noche como cualquier otra. Una noche especial”, dice el narrador, un pequeño conejo que está cansado porque tuvo un largo día de juegos. Creado por la autora e ilustradora japonesa, que estudió Comunicación visual y diseño en la Universidad de Musachino y actualmente vive y trabaja en Tokio, es un libro ideal para los que disfrutan de las historias sencillas, con pocas palabras e imágenes potentes.

Leaf, de Sandra Dieckmann (Capicúa). “Leaf en inglés significa hoja. Su plural es leaves, que también puede significar marcharse”, dice al final de este libro ilustrado, el primero de la autora que nació al norte de Alemania, pero vive y trabaja en Gran Bretaña. La historia, que habla sobre los efectos del cambio climático sin hacerlo de manera explícita, gira alrededor de un oso polar que un día aparece en un bosque. Los animales de la zona no saben de qué criatura se trata y le tienen miedo por su gran tamaño. Como lo ven buscar hojas para alimentarse deciden llamarlo Leaf. Es un historia sutil y encantadora que habla, también, del miedo a lo desconocido.

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