Termas búlgaras
Hay en Bulgaria un poblado pequeño, en la provincia de Blagóevgrad. Se llama Rúpite, está ubicado en el cráter de un volcán extinto, tiene poco más de 1100 habitantes y es el lugar donde vivió la mística búlgara Baba Vanga (cuyo nombre verdadero fue Vangelia Pandeva Dimitrova), en la que, según algunas versiones, muchos depositaban su fe.
Pero Rúpite es también célebre por sus aguas termales, un fenómeno muy difundido en el que el agua de las napas es calentada por la energía geotérmica y surge por fallas y fracturas. Allí, como el visitante de la imagen, el público toma toman baños con propiedades supuestamente curativas, cortesía de sus minerales subterráneos. Toda la zona de Rúpite es un área protegida y, en pleno febrero, las temperaturas en el suroeste de Bulgaria van de 2 a 9 grados. Así que, curativas o no, sus termas constituyen cálido un abrigo en medio del invierno.
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