Pablo Acosta, un triunfo del siempre postergado ajedrez federal: dio la sorpresa y ganó el Marcel Duchamp de Montevideo

El salteño Pablo Acosta, de 20 años, dio la sorpresa al ganar el torneo "Marcel Duchamp" de Montevideo, y obtener su primera norma de gran maestro. En la Argentina, la mayoría de los maestros son de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o de la provincia. Para un jugador que vive fuera de Buenos Aires le resulta difícil trasladarse una y otra vez a la capital o el conurbano, donde se hacen los torneos más importantes. También carece de la posibilidad del encuentro cotidiano con los mejores maestros, tanto para estudiar, para cambiar ideas, para entrenar. Así, si surge algún talento joven en el Interior, de a poco va quedando rezagado, e incluso perdiendo interés en el ajedrez. Ha pasado muchas veces.

Por eso es llamativo el caso de Acosta, un producto genuino del ajedrez federal. Es salteño, de origen humilde, con escasos recursos económicos, y se destacó desde niño en categorías infantiles, ganando incluso torneos panamericanos (fue tres veces campeón nacional en la categoría sub 20). Otro rasgo importante es que el apoyo económico para que pudiera competir con asiduidad lo recibió, no de Buenos Aires, sino de San Luis, provincia que realiza un apoyo sostenido al ajedrez, y en donde Acosta reside desde hace varios años.

Varias provincias tienen tradición ajedrecística en Argentina: Mendoza, Córdoba, la misma Salta; pero les pasa lo mismo que al país con respecto a los principales centros ajedrecísticos del mundo. La lejanía del centro de actividad las convierte en satélites periféricos de menor tracción.

En Montevideo, Pablo Acosta venció a cuatro grandes maestros de diferentes nacionalidades; a Neuris Delgado de Paraguay, a Andrés Rodríguez de Uruguay, a Darcy Lima de Brasil, y a Leo Tristán, argentino. Un éxito del tan postergado ajedrez federal, que permite evocar a tiempos gloriosos del ajedrez argentino, a mediados del siglo XX, cuando tuvimos grandes maestros surgidos en el interior del país, como Carlos Guimard, santiagueño, o Raúl Sanguinetti, entrerriano.