Atleta neuquino, representó a la Argentina en Pekín 2008 y Londres 2012; sus siete secretos para correr, rápido y sano, más allá del asfalto
Los pasos de un corredor se adaptan a casi cualquier superficie del planeta. Se puede recorrer el mundo en zapatillas y la maravilla mecánica que son los pies humanos coordinan, en cada pisada, 33 articulaciones. En esa adaptación se está observando una migración intensa. De las muchedumbres de runners que copaban carreras de calle, superando la decena de miles, inundando las grandes avenidas del país y machacando el asfalto citadino antes de la pandemia. A una reciente masa, en marcado crecimiento, que traslada sus desafíos a un nuevo escenario: la montaña. ¿Cómo lograr esta transición con éxito? Uno de los mejores corredores de los últimos 15 años nos cuenta su secreto para volar en la montaña.
Luego de ingresar al selecto grupo que subió a las pistas de los Juegos de Pekín 2008 (en 1500 metros) y Londres 2012 (en 5000), luego de convertirse en récord argentino de 1500, 2000 y 3000 metros, luego de ganar las carreras de calle más importante del país, Javier dijo basta. Se sacó las livianas zapatillas para el asfalto y se puso las robustas suelas con tacos para las pendientes. El atleta nacido en San Martín de los Andes, que había desarrollado gran parte de su carrera olímpica en España, volvió a sus orígenes. Empezó de cero, casi como un aprendiz, en el mundo de las carreras de trail, en las montañas, senderos y valles más convocantes del país. ¿Cómo lo hizo y que puede compartir, Javier Carriqueo?
Su transición de la pista y la calle a la montaña fue progresiva. Desde el 2016 empezó con un par de carreras de trail por año, pero luego de la pandemia se lanzó de lleno. “Lo que más me sorprendió, y enganchó, es que te encontrás con paisajes únicos, casi inaccesibles de otra forma que no sea corriendo”, confiesa Javier. “Un día en San Martín de los Andes, camino a la laguna la Quica, al volver la vista atrás me encontré con una cadena de volcanes como el Lanín y el Osorno. Nunca los había apreciado así ¡a pesar de haber nacido ahí!”.
Ese recorrido por nuevos caminos lo llevó a clasificarse al Mundial de montaña en Tailandia en el 2022 y a convertirse, el mismo año, en campeón sudamericano de la modalidad classic (es una distancia que va de 11 a 15 kilómetros). Mientras que este año ya se convirtió en campeón argentino de kilómetro vertical (una modalidad en la que se asciende casi 1000 metros sobre el nivel del mar en un recorrido no superior a 5 kilómetros) y de classic. Y ya logró la clasificación para el Mundial de este año en Austria. Se puede decir que, luego de la pista, aprendió a correr en montaña. Aunque Carriqueo no lo ve tan así.
“Lo que me ha costado mucho en las carreras son los descensos, es lo que nos sucede a la mayoría de los que venimos de competir en el llano”, explica Javier, que este año también ganó los 21 k de Run Altas Cumbres, en Córdoba. “Se requiere mucha habilidad técnica, es donde más tiempo se pierde si no sos bueno. Las carreras se definen prácticamente en los descensos”.
Secretos para el traspaso al trail
Javier Carriqueo nació a los pies de la cordillera neuquina, voló por las pistas de atletismo más competitivas del planeta y aterrizó en la montaña sin perder velocidad. No sólo es una leyenda en el atletismo argentino sino también es profesor de educación física recibido en el Instituto de Formación y Educación Superior (IFES) de Neuquén. ¿Qué aprendió desde sus primeras carreras hasta sus recientes victorias? ¿Cómo empezar y crecer en el traspaso del llano al trail? Siete consejos para “cortar atajo” gracias a su experiencia y aprender de su huella en la montaña.
1.- “Comenzar de manera progresiva. Las carreras de montaña ofrecen un abanico amplio de posibilidades, desde 5k hasta 160k. Es recomendable hacerlo de manera gradual, afianzando la preparación y consolidando las bases que permitan luego correr distancias superiores”.
El calendario de carreras de montaña crece año a año. No solamente hay muchísimas distancias: también terrenos, desde los más sencillos hasta los más desafiantes, alguno incluso únicamente para experimentados. El consejo de Javier sirve no sólo para tener un crecimiento sólido, sino también para disfrutar cada etapa. No es mejor corredor el que recorre más distancia. Carriqueo es una muestra de ello: a pesar de más de 20 años de experiencia, empezó en la montaña por las distancias más cortas.
2.- “Buscar asesoramiento de un profesor de educación física. El profesional o persona con conocimiento para adecuar la preparación a la condición física de cada individuo”.
Con el crecimiento del trail, también lo hicieron los entrenadores que se enfocan más en esta modalidad. Ya los hay en muchos lugares del país para poder entrenar de forma presencial y otros tantos ofrecen planes a distancia. Algunos con grupos que superan los cientos de alumnos y otros con atención personalizada. Pero sin duda, y más aún para quienes no tienen montañas cerca para entrenar, un buen profesional que marque sus pasos es el mejor aliado.
3.- “La preparación debe ser integral. El entrenamiento debe tener trabajos de fuerza, resistencia, coordinación, movilidad”.
Acá es donde la figura del entrenador se vuelve irremplazable. No sólo para correr rápido: más importante aún, para correr sano. La montaña es un medio agreste donde un mal paso puede costar muy caro para el cuerpo. Es indispensable ir preparado si no se quiere correr riesgos.
4.- “Calzado adecuado. Al ser terreno de distintos tipos de suelo, desnivel y dificultad, se requiere de calzado con características especiales. También se debe tener en cuenta si se hace en invierno, ya que se pasará por zonas húmedas o atravesará arroyos o ríos, para que el calzado sea transpirable”.
En este caso también hay para todos los gustos, y presupuestos. Consultar la experiencia de entrenadores o compañeros puede ayudar a definir opciones. Cada vez más marcas apuestan a esta modalidad en crecimiento.
5.- “Hidratación suficiente en cualquier tipo de salida, sobre todo si se supera la hora de duración. Hay chalecos, camelbacks y cinturones que harán más fácil llevar líquidos”.
Nuevamente, hay de todo y para todos. Pero como en las distancias más cortas no es necesario, se puede ir aprendiendo en las primeras carreras para luego conseguir lo necesario en caso de avanzar en las competencias.
6.- “Rompeviento o impermeable. El clima en la montaña es muy cambiante, por lo que se debe contar con la indumentaria adecuada para estos imprevistos”.
Una medida que apunta, no sólo a la comodidad, sino también a la seguridad. Tener más abrigo del necesario para competir puede ser vital en caso de demoras prolongadas o accidentes.
7.- “Al salir a la montaña o campo, hacerlo de a dos o más. Perder la orientación o una torcedura de tobillo es muy frecuente en este tipo se actividad, por lo que hacerlo con otros nos puede evitar pasar por momentos difíciles”.
Otra medida de seguridad muy importante. Y también una gran forma de sociabilizar, de compartir el encanto del deporte y la naturaleza con las personas que se prefiera.
Cómo son las pruebas en la montaña
Y por último, Javier agrega un bonus track, un consejo que aprendió en carne propia más allá de los entrenamientos para pista y calle.
“Entrenar, en la medida de lo posible, los distintos tipos de desniveles y terrenos; subidas, bajadas, senderos…”.
Esto puede ser lo más difícil para los runners de las grandes ciudades, pero nunca es imposible cuando hay ganas. Siempre se encuentran escalinatas, puentes peatonales, laterales de accesos a autopistas. Todo es válido cuando hay ganas de que el cuerpo extienda sus límites.
Javier Adolfo Carriqueo colgó de su cuello más de una decena de medallas internacionales representando a la Argentina en campeonatos de pista. No le pesaron, a los 36 años, para empezar en la montaña como un aprendiz. Hoy, cerca de cumplir 44, Javier celebra un presente exitoso y comparte todo lo que aprendió al desafiarse en la naturaleza. Nos confiesa sus secretos de la montaña.
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