Instituto vs. Quimsa: un equipo que renació de sus vaivenes en la temporada puso 2-2 la final de la Liga Nacional de Básquetbol

CÓRDOBA.– “¡Vamos, vamos! ¡Uno más, vamos!”. Era el grito de guerra. Acompañado por un ceño fruncido que denotaba seguridad y confianza. Agitando sus brazos para levantar a ese público que tanto entregó su apoyo. Lucas Victoriano, entrenador de Instituto, se dirigió así al estadio antes de ingresar al vestuario tras el triunfo de La Gloria ante Quimsa en el estadio Ángel Sandrín, por 96 a 91 en tiempo suplementario, luego de un 81-81 en el tiempo regular. De este modo, el equipo de Alta Córdoba puso 2 a 2 la serie final de la Liga Nacional de Básquetbol, que, al mejor de cinco partidos, se definirá el próximo lunes en Santiago del Estero.

Ese clamor del coach tucumano del conjunto cordobés decía algo. Lo que allí se reflejaba era el renacer de un equipo que atravesó momentos malos durante la temporada pero que. a fuerza de confianza y de unión grupal, llegó a la serie por la corona y hasta la llevó al máximo posible de partidos, cinco. “Son así las finales. Cuando se pierde no hay tiempo para ponerse triste, y cuando se gana no hay tiempo para ponerse contento”, comentó Nicolás Romano, la figura excluyente de la noche, con 22 puntos, 4 rebotes, 2 robos, 1 asistencia y una valoración de 22 unidades.

Clave en la prórroga, el interno se refirió a ese resurgimiento de Instituto durante la competencia, que lo hizo pasar de golpeado a fortalecido. “Tenemos un gran equipo que pasó por muchas situaciones durante la temporada. Eso nos hizo más fuertes y provocó que hoy éste sea un gran grupo. Pasamos por situaciones muy malas: jugadores con Covid, varias ausencias y otros factores que no vienen al caso. Incluso llegamos a estar en el puesto número 11. A partir de eso remontamos, y después todos sabíamos que íbamos a jugar la final”, aseveró con convicción Romano.

Y si de renaceres se habla, hubo uno en las tribunas en este cuarto capítulo de Instituto vs. Quimsa. Antes del partido era poco festivo el clima en el estadio, el semblante de la gente no irradiaba mucho entusiasmo. Sucede que la amplia derrota del martes apagó la esperanza de los fanáticos,. y al equipo santiagueño había quedado a sólo un triunfo de llevarse el trofeo. Pero el primer cuarto fabuloso por parte del equipo de Victoriano en seguida encendió la llama de los más de 2000 espectadores que estaban en el Ángel Sandrín.

El partido tuvo de todo. En los primeros 10 minutos Instituto se llevó por delante a Quimsa: 30 a 11. Pero el segundo período fue del visitante, que quedó 6 tantos abajo (38-44) antes del descanso. Y la segunda mitad fue pareja de principio a fin. Las diferencias no superaba los 3 puntos y fue lógico que la chicharra del último cuarto los encontrara igualados, en 81.

Pero la prórroga tuvo una estrella: en esos cinco minutos Romano anotó 11 unidades de las 15 de Instituto y aportó la jerarquía que lleva sobre sus hombros. “Tenemos mucho alivio por haber ganado, así por cómo se dio el juego. Nos costó muchísimo. La clave estuvo en la defensa”, expresó en la conferencia de prensa.

Lo mejor del triunfo de Instituto sobre Quimsa

Todavía hay final, pero falta un solo capítulo. La serie finalizará el próximo lunes, desde las 22, en el estadio Ciudad, de Santiago del Estero, con televisación de TyC Sports. La Liga Nacional tiene una final como podía querer, con un quinto partido, entre dos clubes importantes de provincias diferentes y a tribunas llenas. Después del fin de semana coronará al que dominó claramente la etapa regular o al que superó los vaivenes y está resistiendo al favorito. El que termine consagrándose será un campeón sólido o resiliente, según el caso. Como sea, inolvidable para su gente.

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