Maravilla Martínez, la figura del boxeo argentino

El boxeo argentino tiene una gran estrella y en él hay depositar los mejores elogios de 2011. Sergio Maravilla Martínez, con su ritmo de dos peleas por año, tuvo dos KO contundentes ante invictos europeos como el ucranio Serhiy Szinziruk y el inglés Darren Barrer. Aunque sus rivales no fueron figuras conocidas en los Estados Unidos, está claro que su imagen sigue siendo muy atractiva para el mercado norteamericano, lo que le garantiza bolsas de primer nivel y la consideración como uno de los integrantes del podio mundial anual junto con el filipino Manny Pacquiao y el norteamericano Floyd Mayweather Jr. A los 36 años, todavía luce joven para encarar grandes combates.

Omar Narváez, en busca del "dinero grande" que le costó recibir a través de su fantástica carrera, aceptó un reto con un rival de peso, el filipino Nonito Donaire, en Nueva York, pero pareció una medida muy poco evaluada desde lo deportivo. Aguantó de pie pero la derrota fue contundente. En menos de dos años saltó dos categorías, subió de mosca a gallo, cuando ya en la división intermedia (súper mosca), había pasado no sin algo de sufrimiento por sus defensas con el boricua César Seda y el colombiano William Urina. También tienen 36 años, pero a diferencia de Martínez, deberá redefinir sus metas para no desdibujar su imagen.

El caso de Marcos Maidana es llamativo. Tuvo un combate fundamental, con un histórico como Erik Morales (35 años). Ganó una batalla durísima y cambiante con un fallo mayoritario, pero el triunfo fue menospreciado, porque muchos cuestionaron la valía de su rival. Lo curioso es que más tarde Morales sorprendió a Pablo César Cano en Las Vegas e hizo subir sus acciones, con lo que la mirada sobre aquel combate fue algo distinta con el tiempo. Tras la suspensión del combate con Robert Guerrero, terminó preparando una pelea de apuro en Villa Ballester (KO al ruso Pete Petrov). Entre una cosa y la otra, fue un año de transición.

Del resto, vale destacar a Juan Carlos Reveco, que mostró constancia con el KO ante el venezolano Joh Jairo Pérez, para conquistar el interino mosca de la AMB, y a Lucas Matthysse, que en 2010 ya había sufrido un espantoso fallo en la pelea que le había ganado a Zab Judah, y volvió a ser castigado con una injusta definición mayoritaria que vio ganador a Devon Alexander en Saint Charles, Missouri, en un combate que lo hubiera posicionado muy bien en los 63,500 kg.