Damián Blaum y un reinado que se hizo esperar

Las aguas abiertas se convirtieron en un ámbito fértil para los éxitos argentinos en el exterior. Al suceso de Pilar Geijo en las últimas temporadas se le sumó otro compatriota: Damián Blaum , que luego de cuatro subcampeonatos se transformó en 2013 en el ganador del Circuito Mundial FINA en esta especialidad de la natación.

Sin dudas fue su mejor año, que también va en saga con las conquistas anteriores de Cecilia Biagioli (medalla de oro en los Panamericanos de Guadalajara 2011) y Guillermo Bértola (bronce en la misma cita): "Se dan estas alegrías en las aguas abiertas porque tenemos el río Paraná, que recorre el país desde el Norte hasta Buenos Aires y donde se desarrollan tres carreras del circuito mundial muy importantes. En Santa Fe, Rosario y Paraná hay muchos nadadores que aprenden a nadar en el río antes que en una pileta. Las aguas abiertas gozan de una muy buena promoción en esa zona, tenemos carreras como la Santa Fe-Coronda o la Hernandarias-Paraná que las siguen miles de personas y que son muy populares en esa región", comenta Blaum.

El rubio de 32 años quedó primero en el ranking, pero para alcanzar la cima tuvo que sufrir hasta último momento: acumuló 62 puntos luego de las ocho carreras y superó por apenas uno al macedonio Evgenij Pop Acev. "Venía muy bien encaminado al título y podría haberme consagrado con dos fechas de anticipación. Pero la cabeza es muy traicionera y en la Capri-Nápoles, la última carrera del calendario, tuve mi peor actuación (10°). El hecho de estar tan cerca me generó ansiedad y obsesión; la noche anterior nadé esa carrera dieciocho veces en mi mente antes de irme a dormir. Imaginaba lo que iba a sufrir y lo que estaba en juego. Apenas dormí cuatro horas", confiesa.

Casado con una nadadora, la española Esther Núñez, Blaum reconoce que su reinado en 2013 estuvo directamente relacionado con el retiro del búlgaro Petar Stoychev, dominador histórico de la especialidad y que participó en cuatro Juegos Olímpicos, pero que en 2013 eligió desafíos dirigenciales. "No creo que Stoychev se entrene más ni mejor que yo, pero es de una jerarquía que no tiene nadie y yo sólo soy un trabajador. El búlgaro es un tipo contra el que difícilmente se pueda hacer algo; fui cuatro años subcampeón porque delante de mí estaba siempre él, un monstruo de la historia de las aguas abiertas."

Pruebas acuáticas como la Hernandarias-Paraná cuentan con una extensión de 88 kilómetros y se cubren en unas ocho horas y 45 minutos. Cada nadador recurre a un tipo de alimentación diferente durante la carrera, asistido siempre por otra persona; Blaum, por ejemplo, ingiere 250 centímetros cúbicos de carbohidratos cada quince minutos y añade fruta, amén de hidratarse bien en los días previos y darle prioridad al descanso. Corcho, tal su apodo, prefiere las aguas frías, pero no a tan bajas temperaturas como Pilar Geijo, que encuentra su mejor ámbito en las citas de Canadá, como Magog o Saint Jean. "En aguas cálidas voy para atrás –reconoce–, pero lo fundamental es tener los patitos bien alineados en la cabeza, como siempre digo, y mantenerse tranquilo. Este es un deporte de muy largo aliento y todo el tiempo se te presentan situaciones difíciles: la temperatura del agua, el oleaje, el viento, los rivales, los dolores de hombro."

Desde muy pequeño persiguió este sueño en las aguas abiertas. A los 6 años ya se entrenaba cuatro veces por semana por incentivo de sus padres, Julio y María Leonarda, que lo alentaron en esta actividad. A los 10 compitió por primera vez en un torneo de federados en representación del Club Náutico Hacoaj. Y a los 13, cuando empezó a participar en carreras cortas, el entrenador Rodolfo Sacco ya le auguraba: "Tal vez algún día seas campeón del mundo y ganes la Capri-Nápoles". "Por suerte se me dieron las dos cosas; puedo tachar ambos objetivos. Ahí está la función de un entrenador: que te haga creer que sos capaz de conseguir metas, pero siempre con humildad".

En la próxima temporada, a Blaum se le abre la posibilidad de encarar el circuito FINA con otra filosofía. "Ya me saqué una gran presión de encima y mi premisa para 2014 es volver a disfrutar, algo que no logré hacer este año por esa obsesión de querer ganar. Quiero gozar de los paisajes y de la gente alrededor. Pero seguramente con el transcurso de las carreras, si me encuentro en una posición privilegiada y con chances de pelear, no hay ninguna duda de que voy a querer revalidar el título".

En las aguas de Sabadell, antes del arranque

En estos días, Damián Blaum se entrena en las aguas de Sabadell (Barcelona) con miras al arranque de la temporada 2014 del Circuito FINA, que comenzará el 26 de este mes en Rosario (15 kilómetros de extensión). Luego seguirá la Santa Fe- Coronda (57 km) y a continuación la Hernandarias-Paraná (88 km). "Mas allá de la cercanía de las pruebas en nuestro país es clave nadar muy bien en las carreras de Canadá y Europa, que son las que más puntos dan. Aquí, en Sabadell, me estoy entrenando fuerte y poniéndome en forma para volver a dar pelea."