La Secretaría de Deporte, bajo la lupa de la justicia por un posible tráfico de influencias

La del lunes fue una tarde convulsionada en la Secretaría de Deporte de la Nación. En el predio del Cenard , donde funcionan sus oficinas, el juez federal Ariel Lijo llegó al lugar con una premisa: buscar evidencia de un posible tráfico de influencias. Se investiga si el subsecretario Orlando Moccagatta favoreció a la empresa Myrtha Pools en la adjudicación de piletas para el estado nacional. El origen de la sospecha se asienta en el pasado inmediato del funcionario: Moccagatta fue representante de la marca en la Argentina hasta unos 10 días antes de asumir su cargo, en diciembre de 2015.

Fuentes judiciales aseguraron a LA NACION que no se trató de "un allanamiento" porque el asunto se resolvió con una orden de presentación que buscaba encontrar "documentación relacionada con las piletas". El nuevo departamento anticorrupción de la Policía Federal intervino en el procedimiento. A su vez, las fuentes confirmaron que antes hubo otros allanamientos por el mismo tema.

La denuncia contra Moccagatta fue hecha por el abogado José Magioncalda. Carlos Mac Allister , secretario de Deporte, había afirmado en principio que Mocagatta era "completamente inocente". No obstante, el funcionario fue separado de su cargo y todo indica que no volverá a ejercerlo.

Mientras se realizaba la inspección de la justicia en la Secretaría, Mac Allister participaba junto a Gerardo Whertein -presdiente del Comité Olímpico Argentino- de una reunión en la Quinta de Olivos con el presidente Mauricio Macri, en la que se anunció el nuevo sistema de financiamiento del Enard, que operará a partir de enero.