Fuera del tenis y al final del camino, Nalbandian se quedó con una Copa

No es un título ATP, mucho menos un Masters como el que conquistó en 2005. Ni siquiera es el campeonato argentino, que ganó su amigo Marcos Ligato por tercera ocasión. Aunque no sea su sueño irredento, la Davis, es una Copa al fin: la Copa Maxi Rally, que reúne a los llamados pilotos “no prioritarios”, aquellos que no reúnen los mejores antecedentes deportivos nacionales e internacionales. En su tercer año como rallista y poco después del aparatoso vuelco que sufrió en Entre Ríos y se viralizó en las redes, David Nalbandian logró el reconocimiento en su segunda pasión deportiva, al quedarse con esa copa, algo así como la segunda división del rally nacional.

“Muy lindo este título, fue un año muy difícil, más difícil de lo que parecía hasta la primera mitad del año. La segunda parte de la temporada fue complicada. También esta carrera fue muy dura y muy larga”, afirmó el ex finalista de Wimbledon y semifinalista de los otros tres Grand Slams. El Gran Premio “Alcides Raies”, que clausuraba el Campeonato Argentino de Rally, acabó consagrando al ex número 3 del ranking de la ATP pero después de una serie de peripecias que lo tuvieron en vilo hasta el final.

Ganador de la primera etapa con su Chevrolet Agile MR del Tango Rally Team (del que alguna vez fuera accionista), el sábado, su principal rival era el tucumano Tomás García Hamilton, vencedor de los últimos cuatro rallies. Arrancó en la punta la etapa de ayer pero la rotura de un neumático le hizo perder casi un minuto, cayendo al tercer lugar de la clase, con el tucumano en la punta. Se jugó en el siguiente especial, que ganó, y un tramo después la suerte le sonrió: su gran rival pinchó una cubierta y más tarde su auto sufrió un principio de incendio que lo obligó a abandonar.

A Nalbandian solo le bastó completar el recorrido, llegando segundo a casi medio minuto del vencedor de la clase, el catamarqueño Augusto D’Agostini, para cristalizar el logro; en definitiva, fue cuarto en la clasificación general. “Había que correr con la cabeza, podía pasar cualquier cosa” explicó al arribar a Tanti. “Me pone muy contento también por la evolución que hemos tenido en sólo tres años, mejorando en los tiempos y cada vez más cerca de la punta, que es donde uno siempre aspira a estar”.

Ligato (Chevrolet Agile) fue escoltado por el tucumano Gerónimo Padilla (Peugeot 208), que ganó la Copa Maxi Rally Turbo. Nalbandian acabó cuarto a 3m37s de Ligato, la misma posición que terminó ocupando en el campeonato general.