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MAR DEL PLATA.- Aldosivi le trajo algo de luz a esta ciudad que aún transita entre penumbras el cierre de una temporada magra y flaca desde lo turístico, pero que como nunca antes se pone generosa y prometedora desde lo futbolístico. Brillos que hace una semana arrancaron con goleada ante Olimpo, en medio de ese oasis que fueron los feriados de carnaval, y que ayer con algo más de angustia se multiplicaron con la victoria ante Argentinos Juniors. Líder e invicto el Tiburón, en el Puerto la fiesta continúa.
Le pesa un poco, es cierto, el rol de protagonista que empieza a asumir desde lo más alto de su zona. El equipo de Teté Quiroz arriesga y tiene decisión, pero esta vez le costó sostener lo bueno que muestra y terminó el partido con la mirada de sus hinchas clavada en el reloj.
Imperdonable ayer porque arrancó para ganar cómodo y con buena diferencia. El gol de Galván a los 5 minutos allanó el camino no sólo por la diferencia temprana, sino porque las escapadas de Rosales, el trajinar de Llama, la amenaza permanente que es Penco y las apariciones sorpresivas de Lugüercio hacen que el grito de gol esté siempre presente.
Lo que faltó fue puntería. Porque la defensa de Argentinos Juniors cedió espacios y un desconocido Ledesma pudo dar poca batalla en un mediocampo dominado por Lamberti y Rivero. El segundo tanto rondaba. Lo tuvo Llama con un remate desde lejos que le sacó chispas al poste izquierdo. También otro cabezazo de Galván. Y una chilena de Penco tan fenomenal como la atajada de Vargas.
Y de tanto ir, pagó en el arco propio. Falta de Galván a Celaya dentro del área. Penal y gol de Insúa. Un resultado de otro partido que antes de que termine la primera volvió a los carriles de la justicia. Desborde de Rosales y centro para que Llama sólo tenga que empujarla. Segundos faltaban para irse al descanso cuando Ledesma cometió un penal infantil a Rivero. Díaz, como hace una semana, volvió a convertir.
Otra goleada deambulaba por el Mundialista. Y mientras la paladeaban los hinchas de Aldosivi, desde el vestuario de Argentinos Juniors se empezaba a torcer el rumbo del partido. Mayor ajustó la defensa y fortaleció el ataque con el ingreso de Romero por Barboza. Y le dio media hora a Rinaldi para que fuese el socio que a Zelaya le faltaba como punta.
Así ganó presencia en el campo y mucho más desde la salida de Lugüercio, lesionado, que Quiroz reemplazó con un defensor. Entonces, Argentinos se hizo más fuerte, achicó la diferencia con un bonito gol de Rinaldi y tuvo cinco minutos finales para llevarse al menos un punto. La más clara, un desborde y centro que Romero convirtió en gol, pero que el árbitro Paletta anuló por offside. Para que respire Aldosivi. Para que celebre todo el Puerto.