Arsenal, en un show de goles
En Sarandí, derrotó a Belgrano por 4 a 3 y se acerca a los certámenes internacionales; San Martín, la figura La ficha del partido
Arsenal da pasos cortos, pero demasiado firmes. No se desespera si una jugada no sale o si falla el pase más fácil. Tampoco si empieza un partido con el pie izquierdo, como el de ayer, en el que Belgrano encontró la apertura temprano y casi sin proponérselo. Arsenal sabe lo que hace. Orden y solidaridad son dos postulados tan viejos como eficaces para el club de Sarandí, que se impuso en un partido tan emotivo como luchado.
Pese a que pelea por la permanencia, Belgrano fue un duro adversario. El 4 a 3 deja en claro que hubo grandes aciertos ofensivos, pero también llamativas grietas en la última línea. Ríos fue el primero que sacó ventaja en un terreno pesado, que dificultó el juego al ras del suelo. El delantero se escapó y desde unos 35 metros sacó un tiro que se metió en el ángulo de Cuenca.
Paciente como pocos, Arsenal no perdió la calma. Lentamente progresó en el terreno y comenzó a verse lo mejor de su juego por la derecha, con la sociedad que formaron Garnier y Raymonda. El empate de Obolo, luego de un centro de Gandolfi, puso las cosas en su lugar. El delantero definió con un cabezazo de pique al suelo que pasó por debajo del cuerpo del arquero Montoya. Fue el primer paso de la reconstrucción .
Belgrano sintió el impacto y se desconcentró. Arsenal no se detuvo, insistió y desequilibró dos minutos después. Esta vez le tocó a Ruiz, que aprovechó un centro de Raymonda y que convirtió con un toque corto. Unos y otros se lanzaron en el ataque. El medio campo fue apenas una zona de paso. El gran objetivo de ambos estaba en las áreas.
Oyola le devolvió el entusiasmo a los cordobeses. El volante, con un preciso tiro libre, señaló la igualdad luego de una infracción de Sekagya a Ríos, movedizo e inquieto. Cada emoción, buena o mala, desordenó a Belgrano, que pagó las consecuencias de sus estados de ánimo. Así, cuando se consumía el primer tiempo, otra vez apareció Raymonda. Esta vez empezó y terminó la jugada. Cruzó la cancha con velocidad y venció a Montoya con un tiro preciso hacia el único lugar descubierto del arco.
¿Podían dar más Arsenal y Belgrano? Sí, fueron capaces. El desarrollo parecía cerrado, pero... Yacuzzi, que reemplazó a Llama, hizo el cuarto gol después de una asistencia de Obolo. En esa misma jugada, el autor del gol sintió un tirón y Castillo ocupó su lugar. Con temperamento, pese a que la distancia parecía irrecuperable, Belgrano no se rindió. Peppino, de cabeza, acortó el trecho y otra vez encendió la esperanza. Después de algunos centros cruzados y del sufrimiento de la gente de Arsenal, llegó el final. La victoria se quedó en Sarandí y fue justo. Pero que quede claro: no hay que restarle méritos a Belgrano, que con sus problemas a cuestas, siempre jugó de igual a igual.
- 9 cotejos sin éxitos suma Belgrano como visitante (tres empates y seis caídas) el último triunfo, en el Apertura, 3-2 a Quilmes
LO CURIOSO
Mauro Obolo siempre festeja ante Belgrano
Confeso hincha del equipo cordobés, le hizo otro gol y no lo celebró. También le anotó en el Apertura 2006, en el éxito de Arsenal 1-0.
LA OPINION
Santiago Raymonda habló de las emociones
"Fue un partidazo porque nos jugamos cosas importantes. Nosotros, el ingreso a las copas; ellos, zafar del descenso", dijo el volante de Arsenal.
LA OPINION II
Andrés Ríos y la mala suerte de los cordobeses
"No sé qué más tenemos que hacer. Hicimos tres goles e igual nos vamos con las manos vacías", comentó el delantero de Belgrano.
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