Banfield-Huracán, Superliga: el Globo goleó en el Sur con un DT que hasta hace poco era jugador del Taladro

Huracán consiguió una goleada importante en el cierre de la Superliga. Superó como visitante a Banfield por 3-0, por la 23° fecha, y sumó así su segundo éxito seguido, ya que luego de varios partidos sin ganar había vencido a Independiente por 1-0 en Parque Patricios. Los goles los anotaron Martín Ojeda, con una volea de derecha; Nicolás Cordero, de tiro libre, y Andrés Chávez (un viejo conocido del local), con un zurdazo cruzado tras un contraataque. Fue una jornada negra para el Taladro: pensar que el DT de Huracán (Israel Damonte) hasta no hace mucho era jugador suyo…

Banfield, que suma cinco partidos sin poder ganar, vive un momento de confusión. Julio César Falcioni hace cambios, prueba, pero el rendimiento del equipo no mejora. Ayer estuvieron en el banco de los suplentes tres referentes, dos de ellos a quienes el propio DT hizo debutar en primera: Jesús Dátolo y Renato Civelli. El otro, Nicolás Bertolo, también quedó relegado por bajo rendimiento, aunque después ingresó en el segundo tiempo, como Dátolo. Pero a los juveniles tampoco les resulta fácil hacerse cargo del juego. Agustín Urzi, una de las promesas, genera más entusiasmo que realidades.

El resumen

Huracán arrancó muy mal con Israel Damonte, pero de a poco encontró puntos de apoyo para sostenerse en el final de la Superliga. El volante se retiró en enero de 2020, colgó los botines en Banfield para asumir como DT del Globo. No es que el equipo juega bien o se destaca, aunque logra chispazos que le dan respuestas. Ayer fue el desequilibrio de Norberto Briasco por la derecha, un desborde en donde le ganó la posición al lateral izquierdo Bravo y envió un centro que definió de volea Martín Ojeda. El zurdo ex Ferro resolvió con su pierna inhábil, pero convirtió un golazo a los 32 minutos del primer tiempo.

Durante la primera etapa Banfield tuvo más el balón, pero Huracán fue más práctico. No solo por el gol de Ojeda, sino también por otras aproximaciones que generó luego de robar en la zona del medio campo y atacar rápido. Así intentó con un remate del propio Ojeda, otro de César Ibáñez y el restante de Santiago Hezze.

Más allá de las proyecciones de Reinaldo Lenis por la derecha, la chance de gol más peligrosa para el local fue un remate de Claudio Bravo desde afuera del área que dio en el travesaño del arco de Pellegrino. Los delanteros Agustín Fontana y Pablo Velázquez casi que no participaron de la ofensiva del equipo y, en el caso del primero, fue noticia cuando vio la tarjeta amarilla a los 16 minutos del segundo tiempo por cometerle una falta desde atrás (y cerca de su área) a Francisco Ramírez. De ese tiro libre llegaría el segundo tanto del Globo.

Para el arranque del segundo tiempo, Falcioni metió un cambio buscando un funcionamiento con mayor elaboración: ingresó Jesús Dátolo en reemplazo de Nery Leyes, un volante de contención que además estaba amonestado por una temprana falta sobre Briasco. Y el zurdo fabricó una posibilidad con un remate desde afuera del área que se fue cerca del palo izquierdo de Pellegrino.

Huracán se replegó demasiado. Lo vio inofensivo a Banfield, pero corrió riesgos con una actitud pasiva en campo propio con muchos minutos por delante. Sin embargo, el Taladro se mostró tan vulnerable que la primera vez que cruzó a campo rival, el Globo lo lastimó. A los 18 minutos, Nicolás Cordero convirtió un buen gol de tiro libre. Es cierto que la pelota ingresó en el palo defendido por Arboleda, pero el disparo fue fuerte.

Ese gol terminó de enojar a los hinchas de Banfield, que comenzaron a insultar desde las tribunas. Ya en el final del primer tiempo habían despedido al equipo con silbidos. Si algo le faltaba a Banfield era que el tercer gol lo convierta Andrés Chávez, un ex delantero que le dio muchas alegrías a la entidad del Sur: anotó con un zurdazo cruzado tras un remate de Bogado desde afuera del área que dio rebote Arboleda.

Huracán ganó oxígeno con la mira en la Copa Superliga y el futuro; Banfield y Falcioni se fueron muy preocupados.