De blindar la selección a cosechar votos para presidente: Pekerman, el ídolo que sigue siendo un enigma en Colombia

BOGOTÁ (De un enviado especial).- Dicen que pasa muchas horas viendo partidos, analizando jugadores y espiando rivales en una oficina ubicada cerca del Parque de la 93, una zona exclusiva de esta ciudad con bares, restaurantes y despachos de personajes importantes. Dicen que sólo los integrantes argentinos del cuerpo técnico tienen acceso allí y que es imposible verlo en público, salvo en algún partido del campeonato local o en un aeropuerto. También dicen que cortó la relación entre los dirigentes y el equipo tras enfurecer en su primer vuelo como DT de la selección de Colombia. Se dicen muchas cosas de José Pekerman en estas tierras, pero poco se conoce en realidad.

Desde que asumió el mando del conjunto nacional, en enero de 2012, el 'Profe' -como lo llaman aquí- creó un hermetismo alrededor de su persona que, al mismo tiempo, trasladó a todos a sus colaboradores y al plantel. En lo personal, jamás brindó entrevistas exclusivas, evitó hablar de cuestiones íntimas en las conferencias de prensa y se comunicó con la comisión directiva sólo a través de Luis Bedoya, el ex presidente de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), que renunció pocos días antes de esta doble fecha de las eliminatorias. En lo grupal, cerró las puertas de la concentración, prohibió que los jugadores salieran por pedido de los auspiciantes y elevó las comodidades para el plantel. Esto, para muchos, fue la columna vertebral del éxito colombiano, visible con el recordado quinto puesto en el Mundial Brasil 2014.

Pero blindar la selección atrajo algunas críticas de los medios. "Él apartó a la selección. Antes, era manoseada por mucha gente. Por periodistas que tenían exclusivas, que hablaban con el técnico y sabían la nómina, también por patrocinadores que necesitaban a tal para un comercial o decían: 'Dame a Falcao por dos días'. Lo que hizo Pekerman generó algunos enojos en colegas que perdieron un poder excesivo. Ahora es igual para todos, y eso molesta", explica Rafael Castillo, editor de deportes del diario El Heraldo, de Barranquilla. "Creo que debería hablar un poco más. Pero, de todas formas, también considero que ese blindaje que mantiene le ha ahorrado un montón de polémicas inútiles".

Si bien sus jugadores pueden brindar entrevistas y moverse con libertad, Pekerman sólo habla con los periodistas a través de las conferencias previas y posteriores a los partidos. Sus asistentes más cercanos tampoco tienen contacto con los medios y el resto necesita expresa autorización de la Federación para hacerlo. Él, al igual que su entorno, es muy celoso de saber qué se publica y de poder detectar quién puede filtrar información.

Hace dos años, el periodista Pablo Romero, de El Tiempo, escribió un artículo en el que detallaba el trabajo del cuerpo técnico de la selección en aquella oficina, de la que canchallena.com pudo confirmar su existencia. "Entendemos que les chocó un poco la nota que publicamos. Sabemos que estuvieron indagando para ver de dónde salió tanta información. Pudimos saber eso consultando fuentes cercanas, porque el acceso a ellos es imposible", asegura el cronista.

Se ha ido soltando mucho. Después del Mundial, y ya en la Copa América, ha sido un poco más amigable, sociable

Tras cuatro años, Pekerman rompió el hermetismo personal apenas un poco. "Se ha ido soltando mucho. Después del Mundial, y ya en la Copa América, ha sido un poco más amigable, sociable. Habla sólo en conferencias, pero si alguien le consulta algo en algún otro lugar, responde. Antes no era así. Era muy estricto", cuenta Romero, quien asegura que el 'Profe' nunca se mostró por las calles de la ciudad: "El fotógrafo que se lo encuentre estará hecho, porque tendrá una foto inédita".

En lo grupal, el blindaje es mayor en estas eliminatorias. Cambió el hotel de concentración en Barranquilla por uno más exclusivo y de difícil acceso para el público y periodistas. Además, se manejan estrictas normas, como que los empleados tienen prohibido utilizar sus celulares mientras permanezca la selección. Algo similar a lo que sucedió en la sede deportiva de la Federación, en Bogotá, cuando el equipo se concentró previo al Mundial. "En su estada, tenemos estrictamente prohibido entrar cámaras... Las fotos, con permiso del Profe, se hacen el último día", confiesa Exsenover Sarmiento, encargado del predio.

Con los futbolistas, en cambio, la relación superó las fronteras de lo profesional. Pekerman está lejos del perfil de los entrenadores de Colombia de antes, a quienes por acá definen como más efusivos. Su estilo se sostiene en el diálogo y la intimidad. "El Profe charla mucho con ellos, está muy pendiente. Los guía, les habla, siempre lo vi muy dado", sostiene Sarmiento. Ellos lo respetan, y mucho. "Es un gran técnico y una gran persona; cambió todo en Colombia", dijo James Rodríguez, tiempo atrás.

En 2014, cuando Colombia regresó al país luego del histórico puesto en la Copa del Mundo, una multitud copó las calles de la capital, desde el aeropuerto El Dorado hasta el parque Simón Bolívar. Aquel día, el 'Profe', en un autobús descapotable, se mostró con unas pintorescas gafas de cotillón con los colores nacionales. Así lo recuerda Romero: "Fue la vez que a Pekerman se lo vio más expresivo en todo el tiempo que lleva en Colombia. Se transformó. Es que la gente le gritaba, le daba las gracias. Después del Mundial, el pueblo quedó enamorado de Pekerman". Eso dicen, pero también se siente.

Sin proponérselo, intervino en las últimas elecciones

José Pekerman se ganó el cariño del pueblo al clasificar, tras 16 años, a Colombia a un Mundial. Eso, sumado a un descontento popular con los políticos, generó una campaña que se viralizó en las redes sociales a principios de 2014: "Pekerman presidente". El pedido irónico no quedó sólo en la Web, sino que varios ciudadanos, finalmente, anularon sus votos escribiendo el nombre del 'Profe' en la opción del voto en blanco. De los 403.387 impugnados, varios fueron gracias a José...

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