El Boca fatalista debe mirar para adentro

Sale Riquelme , su salvador. Domingo 30 de marzo de 2014. Boca y River empatan 1 a 1 en la Bombonera. A los 38 minutos del segundo tiempo, entra Nicolás Colazo y sale el 10 autor del empate parcial con un poético tiro libre. A partir de allí, la historia cambiará. Nadie lo sabe. Tres minutos después, Néstor Pitana da córner para River. Correspondía saque desde el arco. Patea Lanzini, sale mal Orión y Ramiro Funes Mori comienza a protagonizar el caso de movilidad deportiva ascendente más resonante de los últimos tiempos. Su gol de cabeza sentencia el clásico: 1-2. Boca termina el Final 2014 con cinco victorias consecutivas. Se clasifica para la Sudamericana y para la etapa de grupos de la Libertadores, gracias a la Copa Juan Carlos Crespi que jugaría contra Vélez en enero de 2015.

Román termina su contrato y se va a Argentinos luego de una telenovela por su renovación. El equipo arranca muy mal el Transición 2014 y Bianchi es despedido. Asume Arruabarrena . Daniel Angelici plasma su proyecto original (sin Bianchi ni Riquelme) recién dos años y medio después de asumir. Le queda un año y medio de mandato para ganar títulos. La Copa Argentina 2012 huele a poco. Desde el año 2009, Boca ha ganado solamente el Apertura 2011 y la mencionada Copa Argentina. El Vasco empieza bien. Impone una línea de juego y gana seis partidos de sus primeros diez. Pierde dos, ambos clásicos. La lluvia y el pésimo drenaje de la Bombonera frenan el 1-0 contra Racing. En la reanudación, Bou y Milito lo someten. San Lorenzo lo domina en el Nuevo Gasómetro. Hinchas y asambleístas arman un escándalo cuando tratan la explotación del Museo Xeneize.

Llega la gran chance de la Sudamericana: semis contra el River de Gallardo. Gigliotti falla ese penal que podría haber cambiado la serie. River se consagra campeón. Arranca 2015 con ese gol de Colazo y dos triunfos en los clásicos de verano, el segundo por 5-0. Sale foto grupal con los cinco dedos. Daniel Osvaldo se suma al plantel por medio año. O Riquelme 2007 o Fabbiani 2009. No hay gris para el rocker. El Vasco conduce un plantel de 30 futbolistas. Rota y el plantel responde. Doce fechas invicto en el #Torneode30. Marcha perfecta en un grupo sin equivalencias de la Libertadores. Meten selfie en pleno festejo de gol de Osvaldo, el cuarto de un 5-0 ante el Zamora venezolano. Enrique Esqueda, de Tigres, le abre la ventana a River. Otro clásico internacional.

El Vasco sigue rotando: Marín de cuatro, Pavón titular y Osvaldo al banco en el Monumental. Calleri falla, como Gigliotti antes. Van a la Bombonera 0-1. Sin liderazgo futbolístico, el equipo no responde en el primer tiempo. El Panadero consuma la vergüenza, el papelón. Los jugadores y el técnico quedan expuestos con actitudes y palabras demagógicas. Osvaldo tuitea contra "los gordos de la CONMEBOL" y se va como el Ogro. River se consagra campeón.

Angelici deja la vicepresidencia de la AFA. Logra la vuelta de Tevez , el único futbolista con una temporada de 18 meses. Es el Jefe, dentro y fuera de la cancha. El equipo muestra carácter en Córdoba y supera a Belgrano con dos menos. Le va ganando tranquilo a Unión pero Orión levanta por el aire a Gamba. Roja, la tercera del campeonato para el arquero. El líder no alcanza para evitar el 3-4. Tres victorias seguidas, más un buen andar en la Copa Argentina, renuevan la ilusión. Carlitos se va a la Selección y llega San Lorenzo. Duelo clave. El equipo presiona pero no molesta. Calleri juega todo el partido de espalda. Caruzzo lo controla sin problemas. Arruabarrena saca a Palacios, el más peligroso del equipo. En el final, Bentancur toma la pelota muy atrás. Buffarini lo presiona. El chico comete el error conceptual. Matos huele sangre. Otro sabotaje interno.

La repetición excluye al azar como factor. El reclamo por los errores arbitrales tapa la conspiración contra sí mismo. Llega River. Este Boca fatalista y autodestructivo debe mirar hacia adentro. O a Dallas. Allí está Tevez, su salvador.