El dilema de Boca antes de Santos: ¿poner o no titulares ante Argentinos?

El dilema llegó a su punto máximo. ¿Qué debe hacer Boca el domingo, cuando visite a Argentinos Juniors por la última jornada de la Zona A Campeonato de la Copa Maradona? ¿Debe poner titulares que le garanticen el pasaje a la final de ese torneo local? ¿O debe presentar un equipo alternativo que le permita a Russo preservar a sus mejores hombres para el partido desquite frente a Santos? Claro que esto último podría poner en riesgo su lugar en la definición prevista para el 17 de enero en San Juan.

Con el transcurso de las horas el caminó se allanará, el entrenador de Boca tiene tres jornadas completas para evaluar y analizar opciones. Lo que sí quedó en evidencia anoche es que hay futbolistas que parecen estar padeciendo la seguidilla de partidos, y que seguir exigiéndolos puede exponerlos a una lesión.

Ya le ocurrió a Jorman Campuzano, una pieza fundamental en el mediocampo azul y oro que el equipo extrañó en la Bombonera y prende velas para que llegue sano a la definición en San Pablo.

También se lo nota muy bajo desde lo físico a Eduardo Salvio, otro hombre clave que de los últimos 11 partidos apenas completó cuatro, y marcó solo un gol. Algo similar le sucede a Lisandro López, que en varios pasajes del segundo tiempo hizo señas de no estar bien, aunque pudo completar el partido.

Diego González, que viene de una larga inactividad, tampoco logra completar los 90 minutos. Y Edwin Cardona, aún con un desgaste y un despliegue menor, no da señales de estar listo para soportar el partido entero.

En todo ese contexto, resulta sorprendente lo de CarlosTevez. El número 10, que el 5 de febrero próximo cumplirá 37 años, parece infatigable y es dueño de un estado físico privilegiado, que le permitió reinventarse. Aunque la experiencia del Apache le permite ocultar el secreto: los jugadores de su edad saben dosificar las energías y correr y desgastarse cuando realmente tiene sentido hacerlo.

Por el contrario, Franco Soldano realiza un despliegue notable. Es cierto: se le cuestiona que para un centrodelantero tiene un promedio de gol bajísimo (apenas 2 goles en los 20 partidos que disputó en 2020). Pero en contraposición es uno de los jugadores de Boca que más desgaste realiza ahogando la salida rival o impidiendo que tengan un inicio de jugada limpio.

Son dos los jugadores que, cada tanto, precisan pasar por el service de la enfermería: son Esteban Andrada y Ramón Ábila. Con frecuencia, uno y otro se alternan en los requerimientos médicos. Y aunque la ausencia del arquero titular sería una baja sensible para el equipo y en buena parte de la Copa Maradona atajó Rossi, el hecho de que Wanchope no logre estabilizar su estado físico es algo que complica los planes del cuerpo técnico.

De todas maneras, Russo supo aprovechar la competencia local para promover y foguear a jóvenes de las inferiores azul y oro. Y el experimento fue exitoso. Porque las presentaciones de Gastón Ávila, Alan Varela y Exequiel Zeballos, entre otros, no sólo no desentonaron, sino que cumplieron con firmeza el nuevo nivel de exigencia.

Era lógico esperarlo. En algún momento iba a ocurrir. Tarde o temprano llegaría esta situación. Y aunque, como alguna vez patentó Juan Carlos Lorenzo, Boca es "Deportivo Ganar Siempre", en tren de elegir, no sería descabellado que el domingo los once titulares que salgan a jugar frente a Argentinos difieran de los que intentarán, apenas tres días más tarde, volver a Buenos Aires con el pasaporte a la final de la Copa Libertadores de América.