El personaje de la semana
¿Por qué?
Porque es el entrenador más exitoso en la historia de Boca, con seis títulos (Apertura 98, Clausura 99, Apertura 2000, Copa Libertadores 2000 y 2001 y Copa Europeo-Sudamericana 2000), y pese a que su idea era seguir, decidió irse después de tres años y medio de gestión por la interna entre los dirigentes. Anteayer dirigió su último partido como DT xeneize en la Bombonera, en el triunfo de Boca por 5 a 3 ante Independiente.
Porque con Boca tiene el récord de 40 partidos invictos en el fútbol argentino. Estuvo sin perder desde el 9 de agosto de 1998, en la victoria por 4 a 2 sobre Ferro, en Caballito, por el torneo Apertura, hasta el 6 de junio de 1999, cuando pese a caer por 4 a 0 con Independiente, en Avellaneda, Boca se consagró bicampeón.
Porque se identificó con la “familia boquense”, como él mismo lo afirmó –llegó a decir “me sentí bostero”– y les comunicó a los hinchas que esto es sólo un “hasta luego”, porque sabe que el destino volverá a cruzar a Boca en su camino.
Porque más allá de no haber terminado bien su relación con algunos dirigentes como Mauricio Macri, presidente xeneize; Pedro Pompilio, vicepresidente primero, y Orlando Salvestrini, ex tesorero, recibió el afecto del resto de la comisión directiva, todos los hinchas y los jugadores. Fue respetado incluso por los futbolistas que no tuvieron la oportunidad de ser titulares con continuidad.
Porque además de los campeonatos, Bianchi dejó en Boca un estilo de conducción. A diferencia de lo que ocurrió en los ciclos de Carlos Bilardo y Héctor Veira, salvo pocas excepciones, sólo se habló de lo que sucedió con Boca dentro de la cancha.
Porque ahora Macri está buscando para reemplazarlo un director técnico que sea lo más parecido a Bianchi. Por eso habló con Manuel Pellegrini, entrenador de San Lorenzo.
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