Se jugaban apenas tres segundos cuando Tomás Pochettino se revolcaba de dolor en el círculo central de la Bombonera. Pocos advirtieron qué fue lo que había ocurrido, un instante después del pitazo inicial.

Sucedió que Carlos Tevez le metió un planchazo con su pie zurdo en la pantorrilla derecha del chico de Talleres, que realizó las inferiores precisamente en el club de la Ribera.

El árbitro Germán Delfino amonestó al número 10 de Boca, aunque pareció que la jugada podría haber sido sancionada con expulsión.

"Pensé que llegaba a la pelota, lo piso a Pochettino y fue innecesario. Lo quiero correr y lo piso sin querer el gemelo, enseguida me di cuenta que había pegado. Me quedó en la cabeza, fue sin querer", se disculpó el Apache después del partido.

Tevez ya había protagonizado una jugada controvertida en el partido de la semana pasada frente a Newell's, en un choque con el arquero del equipo rosarino, Alan Aguerre, que en ese impacto sufrió una luxación en el codo derecho que lo dejará por tres meses fuera de las canchas, con lo cual se perderá lo que resta del campeonato.

Ese incidente se había producido sobre el final del primer tiempo cuando Aguerre salió a tapar con desesperación una escapada solitaria de Tevez. "Nos jugamos los dos, él fue a trabar con la mano y yo intento patear. Vengo teniendo mala suerte con los arqueros de Newell's, espero que no sea nada y se recupere pronto", había dicho el delantero de Boca después del cotejo.

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