Con un golazo de tiro libre, Estudiantes le puso un freno al entusiasmo de Independiente

LA PLATA.- Nada es lo que parece en el fútbol doméstico. El que come hoy, sufre hambre mañana. El que es un glotón hoy, no encuentra una golosina mañana. Son los primeros capítulos del nuevo torneo nacional , los equipos se van acomodando, no hay una línea clara, precisa, elocuente. El que gana hoy, pierde mañana. El que pierde hoy, seguramente ganará mañana. Tal vez la regularidad surja, de pronto, en los próximos partidos, con el transcurrir de las jornadas. Anoche, en un partido disputado, interesante en el aspecto táctico y discreto en el vuelo individual, Estudiantes se impuso a Independiente por 1 a 0. El León había perdido con Arsenal días atrás, con una actuación híbrida y sin compromiso sustancial. El Rojo había ganado con holgura, un 3 a 0 contra Atlético de Rafaela en su regreso a primera. Nada, pero nada es lo que parece.

Independiente resultó una decepción. Un equipo demasiado largo, de la última línea a Lucero hubo un abismo. Los baluartes del medio campo, como el Rolfi Montenegro , Mancuello o alguna de las jóvenes promesas, quedaron atrapados, asfixiados, por el elenco local, que le contuvo todas las pistas ofensivas. No se le cayó una idea, en los primeros instantes, a Independiente. Más tarde, en desventaja, fue incapaz de encontrarle la vuelta de rosca al magnífico cerrojo defensivo del elenco platense. Del tubo de ensayo exitoso de la primera versión, poco y nada. Una gota.

No es una maravilla Estudiantes. Debía mejorar algunos aspectos de la actuación vacía contra Arsenal. Lo hizo. En cuentagotas, casi sin proponérselo, con acciones aisladas. Y ganó, lo que invita a reforzar la confianza a futuro. Estudiantes tiene un elenco de buenas figuras, que prometen convertirse, en conjunto, en uno de los candidatos al título. Habrá que ver.

Un lindo cabezazo al gol de Carrillo fue anulado por una supuesta infracción a Tula , en el área. No pareció infracción, lo que derivó en una reacción intempestiva del casi siempre correcto Mauricio Pellegrino , que lanzó un balón al vacío. Fue expulsado, en un comienzo de noche oscura para el León.

No se puso nervioso. No se inquietó. Tomó nota de que su superioridad debía plasmarla en el rectángulo y extraer los demonios de tensión acumulados. Un formidable tiro libre de Goñi abrió el camino de la serenidad. Estudiantes se afirmó en ese aspecto, el de la tranquilidad y, en cambio, Independiente ingresó en el camino de la confusión.

El gol de Goñi

Es extraño cómo en apenas un puñado de días un equipo puede transformarse. Cómo puede cambiar tanto: de lucir y apagarse, Independiente. De decepcionar a revivir, Estudiantes. El equipo de Avellaneda tomó el control de la pelota, pero el dueño del espectáculo casi siempre fue el equipo platense. No perdió la brújula, ni aún en los peores momentos, cuando fue arrinconado, sobre todo, en la parte final. Silva le ahogó el grito a Pizzini, en una prueba de esa vorágine final.

Gastó los últimos cartuchos Independiente. Fue con ímpetu en busca de la igualdad, algo lógico por el score desfavorable y, sobre todo, porque expuso cierta rebeldía, cuando el desarrollo le resultó esquivo, una moneda al aire. Debe recomponerse rápido Independiente y crear una imagen precisa y clara de lo que quiere ser. El agresivo equipo que celebró a lo grande contra Rafaela o la pequeña versión desarrollada anoche. Por ahora, naufraga entre los dos caminos, el altivo y el oscuro, con apenas un puñado de horas de diferencia. Estudiantes debía ganar, recomponer su figura maltrecha. Lo hizo con orden táctico y un cierto entusiasmo. Para un aprobado aún le falta mucho.