Gimnasia-Boca: el xeneize festejó, pero se lesionaron Darío Benedetto y Frank Fabra

En la reanudación del partido por la fecha 23 de la Liga Profesional entre Gimnasia y Boca en La Plata, tras haberse suspendido por incidentes hace tres semanas, el conjunto xeneize se impuso por 2-1 y volvió a la punta, pero perdió a dos de sus figuras. Darío Benedetto salió reemplazado enseguida, y todo parece indicar que no podrá contar con el delantero en la última jornada. En la segunda etapa, Frank Fabra dijo basta y es otro interrogante para el futuro inmediato.

“Me desgarré todo”, pareció decirle el delantero a Agustín Cardozo cuando se tumbó sobre el campo de juego, instantes después de haber hecho señas al banco de suplentes que había sentido una molestia cuando disputó una pelota en el piso. En la acción siguiente, el jugador no pudo dar bien un pase y se dejó caer. Iban apenas 10 minutos del primer tiempo.

En ese momento, el DT Hugo Ibarra enseguida le indicó a Gonzalo Morales que hiciera unos ejercicios previos para ingresar. Y así sucedió: el juvenil tomó el lugar del Pipa para compartir el ataque con Luca Langoni.

La baja de Benedetto se suma a la amplia lista de jugadores que perdió Boca en los últimos meses, entre ellos el fracturado Ezequiel Zeballos y Marcos Rojo, con una lesión en los ligamentos. Además, Nicolás Figal fue apurado para regresar en este encuentro tras un esguince de rodilla y Sebastián Villa retornó el fin de semana, en el segundo tiempo frente a Newell’s, luego de una rotura de meniscos y sin ritmo.

Si se confirma el desgarro que aventura Benedetto, Boca lo pierde no sólo para el encuentro del domingo próximo con Independiente, sino también para la semifinal de la semana próxima por la Copa Argentina y también el Trofeo de Campeones, una final prevista para el 6 de noviembre próximo y en la que el conjunto auriazul ya tiene asegurado su lugar por haber obtenido la Copa de la Liga.

Al límite, el segundo tiempo le trajo otra mala noticia al xeneize, que también se quedó sin Fabra, el autor del primer gol del partido. En un avance por la izquierda, el lateral se sacó de encima la pelota, acusó un dolor en el gemelo izquierdo y quedó en el piso. Pronto debió ser reemplazado por Agustín Sandez. Fue otro impacto para un equipo que pelea por el título y no sabe si, además, se queda sin el colombiano, uno de sus jugadores vitales.

Rojo acompañó al plantel y se lo vio ingresar al estadio en muletas, apenas días después de ser operado por la lesión ligamentaria. El exjugador de Estudiantes fue bien recibido, pese a la rivalidad. Mientras caminaba por un costado, un hincha le agradeció las botellas de agua que lanzó a la tribuna para ayudar a la gente del Lobo y mitigar el efecto de los gases lacrimógenos que sobrevolaban la noche de la suspensión del encuentro.

Tras el partido, Oscar Romero analizó: “Venimos haciendo un esfuerzo muy grande y este plantel se merece un triunfo como éste. Nos falta un pasito más. Lo más importante es que se ganó y hay que disfrutarlo, pero todavía falta un partido y tiene que descansar y pensar en ese partido (con Independiente, en la Bombonera)”.

Figal, que volvió a ser titular y jugó todo el partido, se lamentó “por haber perdido la marca de Morales en el gol de ellos”. El tanto de Langoni y el triunfo le llegó como un alivio. “Hoy era una guerra”, contextualizó el defensor sobre cómo se dio el juego. Y en esa “guerra”, Boca sumó más heridos, de cara a una definición palmo a palmo, que en principio se resolverá el domingo.

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