Nuevo golpe para Vélez: Gimnasia le ganó en La Plata

LA PLATA.– De algún modo, Gimnasia se parece a Vélez . Y Vélez se parece a Gimnasia. Recuperado de la eliminación contra Estudiantes en la Copa Sudamericana, un golpe durísimo, difícil de digerir, se recompuso con la decisión de los que creen que nada es imposible. Con el fútbol de unos pocos y el coraje de casi todos. El Lobo está vivo, late mejor que nunca.

El Fortín está herido y no parece cicatrizar su dolor. Abatido luego del traspié contra Boca, cuando todavía estaba por sobre todo, jamás levantó la cabeza, continuó su serie de capa caída en todo momento y lugar.

Si Gimnasia es la esperanza, Vélez es la desilusión. El Lobo mira hacia el cielo; Vélez, para abajo. Gimnasia suma tres partidos sin perder, con dos victorias y una igualdad. Vélez acrecienta la desesperanza: ya son seis cotejos sin ganar, con cuatro derrotas y un empate. Pedro Troglio , luego del viento en contra, le encontró la vuelta de rosca al asunto. El Turu Flores , después de ser un puntero de ensueño, es un típico exponente de mitad de tabla. El Lobo crece en silencio, como más le agrada. El Fortín se derrumba sin el cartel de candidato de antaño. El 2 a 0 desnuda a ambos. Los expone de una manera singular.

La primera etapa tuvo el sello del equipo platense, que empezó con fuerza y terminó con potencia. Lo abrió y lo cerró con goles, como para dejar expuesto en letras de molde su fundamento. Siempre desde las alturas. Vegetti aprovechó una salida en falso de Sosa y abrió el score, luego de un centro de Mendoza. Ignacio Fernández entró fuera de escena y sorprendió a todos, pero más aún a Papa. Gimnasia siguió jugando con alma y vida y Vélez se fue cayendo despacio.

Se agrandó el equipo local, con una sana propuesta agresiva y prolija. Potente para atacar y estructurada para defender. Mendoza, Vegetti y Licht , en ese orden, sostuvieron la victoria de Gimnasia, que ahora se anima a más. Por qué no. Tiene sed de revancha, sobre todo, luego de aquel golpazo copero. Tiene ganas de dejar su huella. Tanto fue así, que siguió por el camino del ataque hasta el final. No se guardó nada.

Preocupa la situación de Vélez. No sólo en la interna de Liniers: es un golpazo que sufre el fútbol argentino, porque este noble equipo acostumbró al medio a pelear por el título hasta la última gota de sudor. Hoy, está perdido. Apenas corre con valentía el Gordo Pratto , el resto no se contagia, está apagado, perdido. Otra vez, surgen rumores acerca del futuro del Turu Flores, un joven entrenador que empezó con todo y hoy está, como su equipo, dolorido, perdido, desorientado. No se contagia el equipo que solía arrollar a sus rivales, no se compromete para salir adelante.

La contracara de Gimnasia, que volvió a ser. Primero, el golpe en el Nuevo Gasómetro, contra San Lorenzo. Anoche, otro grande, como Vélez. El Lobo está de pie y va por otro eslabón en su cadena de recompensas. Persigue un viejo sueño, hasta hoy, inalcanzable.

Para peor, perdió al pibe Correa

Con una seria molestia en la rodilla derecha, Coco Correa , un hábil exponente de la cantera de Vélez, debió salir en el final del primer tiempo; fue reemplazado por Ramiro Cáseres , un delantero que no tuvo efectividad en los metros finales.

El gol de Vegetti

El tanto de Ignacio Fernández