Gustavo Barros Schelotto, el hombre de los 5 clásicos
El ex futbolista tiene la experiencia de haber jugado en Boca-River, Gimnasia-Estudiantes, Racing-Independiente, Rosario Central-Newells y Unión-Colón, partidos que se repetirán este fin de semana
"Tiene la intensidad total del clásico de barrio"... En la fría mañana del polideportivo de Lanús, Gustavo Barros Schelotto casi se sorprende cuando se da cuenta de que es dueño de una particularidad futbolera. El ayudante de campo del equipo Granate ha jugado cinco de los clásicos más importantes del país y palpita, ahora desde otro lugar, el duelo ante Banfield, que tendrá lugar en esta fecha especial.
Desde su debut en 1992 hasta su retiro en 2007, el Mellizo vivió desde adentro Gimnasia- Estudiantes, Boca- River, Unión- Colón, Racing- Independiente y Rosario Central- Newells. Los clubes mencionados en primer orden son aquellos en los que estuvo el hombre de los cinco clásicos, una ficha que le cayó en los últimos años. "Mientras era jugador no lo tuve presente, aunque son los partidos que tanto uno como la gente se fija cuándo se juegan apenas sale el fixture", reconoce Gustavo a canchallena.com.
A los 42 años, le toca estar del otro lado de la línea. "Volvería a jugar todos los clásicos si pudiera, pero uno sabe que el tiempo pasa y ahora toca transmitir la experiencia", diferencia. Y allí se trasluce más su parte racional que la visceral, acaso más asociada a otros tiempos. "Al principio, los clásicos los vivía como un hincha, tenían valor agregado. Al ser de Gimnasia, los partidos con Estudiantes eran muy especiales. Si ganábamos, como pasó cuando hice un gol en un 2 a 1, era una fiesta. En el resto de los equipos que estuve dejé todo también y de cada juego seguramente tenga algo para destacar, pero la particularidad era la forma que tiene cada uno de jugar este tipo de partidos", recuerda.
"Son partidos en los que te preparás distinto en la semana. Hay que administrar las situaciones. Carlos Bianchi nos decía en Boca que no nos desgastemos jugándolo antes de que empiece. Lo que se siente adentro no es muy distinto de lo que llega desde afuera, por el hincha que te pide ganar todo el tiempo, pero uno está en la cancha. El resultado es muy importante para el futuro, ya sea como envión anímico si ganás o porque te bajonea un mal resultado", sostiene Barros Schelotto.
En sus 15 años de carrera, también le tocó vivir el duelo entre Alianza Lima y Universitario, en Perú. "Son iguales que acá. Todo lo que lo rodea, la intensidad con la que se viven y se juegan", compara, desde la tranquilidad que hoy dan la experiencia y las horas que faltan para Lanús-Banfield. "Hay que tratar de transmitir desde el lugar de uno. El jugador tiene que estar preparado para ir partido a partido. No puede estar pensando antes en el Boca-River, si está de gira con la selección, o en Banfield, si antes teníamos que enfrentar a Vélez por la Copa Argentina", asegura.
Y cambia el foco a los límites del folclore del fútbol. "Lo que pasó en Rosario, que balearon la casa de la abuela de Maxi Rodriguez, es una locura. Pero no es algo propio del fútbol sino algo que vivimos a diario en cualquier lado. El fútbol es la expresión cultural más grande de la Argentina, pero el problema está en la sociedad y todos tenemos responsabilidad y tareas para erradicar estas situaciones", sentenció. Lo dice el rey de los clásicos.
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