Independiente se alimentó de goles y recuperó algo de calma

Nada mejor que una goleada para descomprimir el clima tenso. Tanta adrenalina, tantos condimentos exigentes sobrevolaron los días previos al encuentro. El foco de las presiones estaba ubicado sobre Pedro Troglio, que había calificado al resultado de "determinante". Si bien es cierto que fue el propio director técnico quien apretó el acelerador más de la cuenta, el automóvil ya transitaba por el medio de la ruta de Independiente y, a gran velocidad, parecía que el único respiro sólo lo aportaría un triunfo. Es que la mochila pesaba bastante en Independiente, porque los ocho partidos sin triunfos significaban una continuación de 2007, como si el Clausura fuese una extensión del Apertura. Por eso el éxito por 4 a 1, contundente desde el resultado, significó más que tres puntos para el Rojo. Le aportó calma desde el estado emocional, aunque futbolísticamente todavía las cuentas no estén cerradas en lo individual y lo colectivo.

El conjunto de Cagna no estaba dispuesto a hacerle sencillo el trámite a su rival. En la semana celebró los regresos de Morero, Blengio y Román Martínez (cumplieron la suspensión ante Gimnasia y Esgrima La Plata), más la titularidad ganada por Morel por su actuación en la primera fecha. Volvió al sistema 3-4-1-2 que más le gusta al entrenador y arrancó mucho mejor que su rival, con un juego ofensivo y con el libreto que lo llevó al subcampeonato en el Apertura: buen trato del balón, rotación, desborde. Así fue como preocupó a Assmann al minuto, con un tiro libre de Morel y un cabezazo de Castaño que hizo dar la pelota en el travesaño.

Independiente, que arrancó confundido y con una defensa insegura más allá del cambio de esquema, festejó que la incorporación de Grisales produjo contagio. El volante estuvo preciso y mostró empuje y voluntad. Pero el equipo de Troglio reaccionó luego del gol. Ahí fue cuando empezó otro partido. La carambola que concluyó en el tanto de Morero en contra (fue el final de una acción que nació en un córner de Oyola, un anticipo de Gioda y un buscapié de Rolfi Montenegro) trastocó los planes de Tigre.

Vale apuntar que a Montenegro se lo vio más cómodo en la nueva posición de delantero. Estuvo más rápido y exigió a los defensores visitantes. Y que Ledesma fue importante en el anticipo y en la entrega rápida para Grisales y Oyola.

El segundo gol también surgió de una pelota parada: Oyola ejecutó un tiro libre al corazón del área y Montenegro rompió la red con su cabezazo. Con la diferencia, Independiente se tranquilizó y le trasladó su nerviosismo a Tigre, que en pocos minutos vio varias tarjetas amarillas, producto de la impotencia y el descontrol. Se descompensó aún más después del tanto de Machín, un golazo por la jugada y la definición. Formaron parte de la misma Grisales, Ledesma, Oyola y Machín, que dejó en el camino a Blengio y cruzó el disparo lejos del alcance de Islas.

Así de rápido, a los cuatro minutos del segundo tiempo finalizó el partido. Independiente pudo anotar algún tanto más con otra proyección de Machín, beneficiado en los espacios por aquella expulsión de Giménez, y pudo descontar el Matador con una aproximación de Morel. En el ida y vuelta, Tigre achicó diferencias con un penal que Beligoy sancionó por una infracción de Calello a Morel y que el paraguayo Ayala transformó en gol, y volvió a estar cerca con un disparo de Diz en el travesaño. En definitiva fue una forma de ratificar que no existió tanta diferencia entre uno y otro.

Independiente le puso el moño a la noche con la asistencia de Grisales y el segundo gol de Montenegro. Se quedó con los festejos y las tres unidades. Igual, con la mente en frío, se dará cuenta de que la goleada puede ser un punto de partida, pero no más que eso.

8 partidos oficiales acumulaban los Rojos sin ganar.

LO POSITIVO

Grisales aportó contagio y tuvo un muy buen debut

Freddy Grisales se movió como doble 5 junto con Ledesma y fue importante para los Rojos. Asistió a Montenegro y participó de los goles.

LO NEGATIVO

Beligoy se equivocó bastante en Avellaneda

El árbitro dirigió mal: debió expulsar a Ayala; le mostró bien la roja a Denis, pero no a Giménez. No sancionó otro penal por foul de Oyola a Ayala.

EL DATO

El Matador no puede con los Rojos desde 1955

El último triunfo de Tigre frente a Independiente en la primera división fue por 2 a 0, en el campeonato de 1955.