La cuenta de Twitter de la Champions League jugó al misterio con un tatuaje argentino

"¡Adivinen quién!", desafió @Champions League en Twitter, con un emoticón de una cara con monóculo. Y una foto: una pierna dibujada y pintada, fibrosa y venosa. Lo llamativo, y la pista por la cual se podía deducir de quién se trataba, estaba encima de una media azul: una bandera argentina.

En Twitter, al mejor torneo de clubes de fútbol en el mundo lo siguen 30.000.000 de cuentas. Entonces, el posteo tardó poco en encontrar reacciones, y fueron muchas: esta madrugaba, siete horas después de la publicación, colectaba unos 13.500 "me gusta", 700 retuiteos y 1100 respuestas. A menos de un día de la final de la Champions, obviamente el mensaje aludía a un protagonista. Y el enorme partido de esta tarde, Paris Saint-Germain vs. Bayern München, tendrá tres actores argentinos, entre titulares y suplentes del conjunto francés.

Las posibilidades, entonces, eran tres: Ángel Di María, Leandro Paredes y Mauro Icardi. Todos, cultores de los tatuajes. Quizás por eso los tuiternautas dieron muchas contestaciones equivocadas, como Lionel Messi –ni siquiera será estará en Lisboa hoy–, y hasta tardaron un tiempo en acertar quién era el futbolista en cuestión.

¿Cuál era la respuesta correcta? Pues se trataba de la figura de PSG en el 3-0 de la semifinal contra Leipzig: Ángel Di María.Fideo lleva desde hace un par de años esa pintura allí, debajo de la rodilla derecha. El dibujo es mucho más amplio que lo que permite ver la media: consta de la bandera argentina que sí se aprecia, de una casa, de una pelota de fútbol, de estrellas azules y amarillas, de la letra inicial de su nombre de pila y del Monumento a la Bandera. "Mi historia en mi piel", escribió el atacante en Instagram cuando presentó en sociedad su novedad.

Las marcas identitarias son bastante claras. Muchos le critican a Di María que en el seleccionado se lesiona y rinde mucho menos que en sus clubes, pero nadie podrá cuestionarle su argentinidad: esa bandera estampada en la dermis dice todo. También queda expuesto su amor a su ciudad, reflejado en ese Monumento a la Bandera tan icónico de Rosario. Lo mismo sucede con el cariño a su club de origen, Central, simbolizado en las estrellas amarillas y azules, y al deporte que es a la vez su profesión, representado en ese balón.

¿Y la casa? No debería ser otra que la de su infancia en Perdriel, la calle exaltada en otro tatuaje, en el antebrazo izquierdo: "Nacer en la Perdriel fué y sera lo mejor que me pasó en la vida" (sic), dice en mayúsculas y con un número 7.

Hay más tintura en la piel del hombre de 32 años que este domingo puede volver a ser campeón de Europa. Tres de los leyendas son especiales: las dos que refieren a Mía y la que nombra a Pía. Esta última cumplirá en noviembre tres años y no tuvo complicaciones en su llegada al mundo. Sí las padeció su hermana, que en abril de 2013 nació a los seis meses de gestación, con 30% de posibilidades de sobrevida según los médicos. Ángel y Jorgelina Cardoso, la mamá de la bebé, tenían permitidas apenas dos visitas diarias a la clínica (eran tiempos de Fideo en Real Madrid) para ver a Mía. Siete años después, ambos son padres felices y apadrinan varias fundaciones de ayuda a familias de niños prematuros.