Las vueltas de Magallán: Guillermo lo recomendó en 2012, nunca lo tuvo en cuenta y ahora lo necesita como titular

En la búsqueda de refuerzos en Boca, muchas veces las ayudas son bien recibidas. Más aún si se trata de recomendaciones que tienen la firma de ex jugadores del club, aquellos que saben la exigencia de esta camiseta y que lo han ganado todo. En ocasiones, esos consejos traen grandes resultados, como el de Wilmar Barrios, que fue sugerido por Chicho Serna, ídolo y experto en su puesto. Otras veces, no se concreta lo imaginado. Es el caso de Lisandro Magallán, que llegó al xeneize como una gran promesa pero hasta el momento no se asentó entre los mejores 11. ¿Quién lo recomendó? Curiosamente, el propio Guillermo Barros Schelotto , que desde que se adueñó de la dirección técnica nunca lo tuvo en consideración. Tan es así que en la práctica de esta mañana se confirmó que el sábado, ante Huracán, será por primera vez titular desde que los Mellizos están en el banco.

En 2012, el actual entrenador de Boca levantó el teléfono y se comunicó con Daniel Angelici, que llevaba pocos meses en la presidencia boquense, para darle referencias del “nuevo (Walter) Samuel”. Guillermo quedó impresionado con su nivel en las inferiores de Gimnasia y convenció a la dirigencia, que invirtió 1.400.000 dólares por el entonces zaguero de 18 años. Era una apuesta, pero ya ilusionaba. Pasó un lustro, tiempo adecuado para potenciar a un jugador semejante, pero Magallán nunca logró aprovechar las –aisladas- oportunidades para mostrar sus condiciones y, en consecuencia, no logró ganarse la titularidad con Julio César Falcioni, Carlos Bianchi ni Rodolfo Arruabarrena.

Sí se esperaba que tuviera más constancia en el primer equipo teniendo como entrenador a quien facilitó su llegada a la institución, pero ni siquiera. Aun cuando la eliminación en las semifinales de la Copa Libertadores ante Independiente del Valle arrastró muchos cambios en el primer equipo. Lo evidencian los números en cancha que ostenta con los Barros Schelotto en el banco de suplentes: apenas se registran 120 segundos oficiales con la camiseta de Boca, ya que nunca actuó como titular y sólo fue utilizado para proteger sobre el final la victoria 2-1 a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro, en la fecha 11 del actual campeonato. Así, exceptuando a los juveniles que conforman el plantel profesional, es el jugador con menos minutos en el ciclo.

Por eso es que puede llamar la atención la decisión de que, con mucha inactividad, ante el Globo sea el reemplazante de Juan Insaurralde, que lo operaron por un desprendimiento de aductor derecho y se pierde lo que resta del campeonato. Sin embargo, la pauta con Magallán está clara: funciona como una rueda de auxilio, ya que sólo jugará porque el Chaco no puede hacerlo y porque queda más expuesta que nunca la situación de Santiago Vergini, que demostró en el día a día su bajón anímico y futbolístico tras su mal rendimiento en la derrota en el superclásico (1-3), factor que incidió para que se quedara sin el puesto en la victoria a Newell’s (1-0). De no pasar por ese momento, este último debiera ser el reemplazo natural.

Guillermo, pese a empezar a utilizarlo ahora, sigue convencido de que su elección del pasado no fue errónea: a Licha todavía lo considera una apuesta y asegura en la intimidad que, con trabajo constante, se transformará en un estandarte de la defensa de Boca en un futuro no muy lejano. Quizás, esta chance pueda ser el punto de partida.

Además, el cuerpo técnico recibió grandes referencias de su actuación en la goleada de la reserva a la Lepra (4-1), en la que convirtió un doblete el último fin de semana. Probablemente ese sea el único gran mérito personal para ser tenido en cuenta por primera vez. Magallán, que ante este panorama tiene prácticamente asegurada la titularidad en las cinco fechas que restan para la finalización del torneo, tiene un gran desafío: convencer a la misma persona que lo recomendó.