Los cambios de Sabella, la clave para levantar el nivel cuando más se necesitaba

Fueron tres cambios los que salieron a la cancha, pero pronto, con la lesión de Ángel Di María, se convirtieron en cuatro. Lucas Biglia, José María Basanta, Martín Demichelis y Enzo Pérezfueron las nuevas caras que mostró el seleccionado argentino. Con sus matices, todos cumplieron. Algunos, muchos más que eso. La mano de Alejandro Sabella fue la clave en el mejor partido de la selección argentina durante el Mundial.

Enzo Pérez no estaba en los planes para salir entre los titulares ante Bélgica. A los 32 minutos, cuando Di María pidió el cambio, el volante de Benfica saltó a la cancha. Eran sus primeros minutos en la Copa del Mundo, aunque parecía que había jugado ya varios partidos. Entró rápido en el partido. Ordenó toda la banda derecha para defender y se proyectó por esa zona cuando la Argentina tenía la posesión de la pelota. Fue siempre opción de pase.

Basanta cumplió con su tarea. No se sintió la ausencia de Marcos Rojo que, suspendido, no pudo jugar. Estuve firme en la marca. Con buena ayuda de Ezequiel Lavezzi, anuló el ataque belga por la banda izquierda. Cuando los europeos, sobre el final, atacaron por arriba, Basanta terminó jugando como un central más. Su cara más pálida se vio en ataque, con pocas proyecciones, lentas y previsibles.

En la misma línea, Demichelis tuvo una buena tarea. Se notó la diferencia con Federico Fernández, que venía expuesto por sus malas actuaciones. La zaga central que integraron Ezequiel Garay y Demichelis se mostró sólida, sin fisuras. Sufrieron sobre el final, cuando Bélgica atacó por arriba con Lukaku y Fellaini.

Lucas Biglia entró en reemplazo de Fernando Gagopara ser la rueda de auxilio de Javier Mascherano en la mitad de la cancha. Tuvo un buen rendimiento. Con su ubicación y con su despliegue mantuvo el equilibrio del equipo. Tuvo algunos quites, pero transitó lagunas. Tampoco tuvo demasiado contacto con la pelota ni ofició de enlace con los delanteros.