Marcelo Gallardo: "Ganarle la final de la Copa a Boca no estaba en los libros; ahora sí"
MADRID.– River no se relaja. Nunca. Así funciona la mentalidad ganadora de Marcelo Gallardo . Ni ganarle la final de la Copa Libertadores de América a Boca, en la victoria más importante de la historia del club, detiene su espíritu insaciable. A horas de dejar suelo madrileño rumbo al Mundial de Clubes en los Emiratos Árabes, el entrenador del club de Núñez dejó conceptos muy claros acerca de lo conseguido, en diálogo con LA NACION. Y también le apuntó al desafío que llegará en unos días.
–¿Tomaste dimensión de lo que lograron?
–Vi algunas cosas, pero no me tomé el tiempo para tomar conciencia de lo que imagino que habrá sido una gran fiesta en muchísimos lugares de la Argentina.
–Vos, que sufriste la paternidad de Boca durante tu etapa como futbolista, ¿cómo vivís este cambio de época?
–Creo que son rachas. A veces son favorables y otras, desfavorables. Lo bueno es que siempre están para cortarse. En este caso me parece que estamos viviendo unos años muy favorables para nosotros, con partidos muy representativos, y eso lo hace muy fuerte.
–¿Es el triunfo más grande de la historia?
–Sin dudas. En importancia es lo máximo. Inigualable. Este triunfo nos marca para siempre. Ganarle la final de la Copa Libertadores a tu eterno rival no estaba en los libros. Ahora sí.
–¿Tus amigos de Boca cómo te tratan?
–(Se ríe). No me pueden ni ver. Tengo una relación amigable, pero cada tanto me tiran algo. (Se queda callado unos segundos) Creo que no me quieren más.
–¿Te sentís el cuco de Boca?
–No. Sí siento que estos años hemos generado una energía muy diferente a la que tal vez se vieron en otras etapas. Aparte se dieron de una manera muy seguida. No fueron esporádicas. Y además, cada victoria ante Boca terminó con un título. Y eso es algo mucho más fuerte todavía.
–¿Y está bueno que sea tan frecuente? ¿Qué Boca tenga revancha rápido?
–Está bueno para nosotros (se ríe).
–¿Y con cuál te quedás?
–Con ésta. A ésta no la va a igualar nada.
–¿Pudiste disfrutar esta final?
–A nosotros nos costó muchísimo la serie con Gremio, pero una vez que la pasamos, eso nos puso en la final con Boca. Y yo sentí que era el momento de un episodio único. Y cuando se hablaba de que nadie lo quería jugar, yo me preguntaba: ‘¿cómo no la vas a querer jugar?’ Y se habló tanto del temor a perder, que nadie pensaba en lo que podía significar ganarla. Había más miedo a perderla y al que saliera derrotado, y ese morbo que tenemos los argentinos con hacer pedazos al que cae. Y era eso lo que estaba en el ambiente.
–Aún cuando River caía 1-0, ¿nunca tuviste miedo a perder?
–Tal vez eso será porque soy algo inconsciente. Yo siempre pienso en positivo, y los desafíos grandes son estos. Nunca me imaginé ese escenario, nunca pensé qué pasaba si perdíamos. Yo les decía a los muchachos que era un momento para vivir. No sé si para disfrutarlo, pero sí para vivir. Era una posibilidad inigualable para quedar en la historia eterna. ¿Cómo no la vas a querer vivir? Y en eso me enfoqué.
–River logró sus éxitos más grandes luego del descenso. ¿Ese puede ser un ejemplo de lo que significa ‘saber perder’?
–Soy de los que creen que a veces hay que tocar fondo para volver a resurgir. Y River es un claro ejemplo de eso. Si hacés las cosas mal durante muchos años, te va a ir mal. Y ahí quedó claro que no hay poder que te salve. Y después nos hemos dado un baño de humildad tremendo para poder vivir lo que estamos viviendo ahora. No me gustó haber vivido ese momento, pero para hoy estar viviendo este momento, indudablemente teníamos que pasar por ese momento de hacer las cosas muy mal durante muchísimos años. No es bueno que te pase eso, pero tenés que aprender. Y River tuvo una lección muy grande. Hubo gente preparada para venir a hacer las cosas bien. Y esta gestión, con Rodolfo a la cabeza, fue fundamental para empezar a construir bases sólidas para que se pudiera llegar a esto.
–¿Qué sentiste cuando volviste a tener la Copa en los brazos?
–Las sensaciones eran tantas... Era un momento tan alucinante, después de todo lo que pasó. La satisfacción era enorme. Y no quiero sonar demagogo con los hinchas, pero yo recibí cartas, mensajes de hinchas de River de Tucumán, Jujuy, La Rioja, Neuquén. Gente que con muchísimo esfuerzo y humildad había pagado su entrada, costeado el viaje a Buenos Aires, la estadía, para poder sentir lo que sintieron los hinchas de Boca en la primera final. Sufrí tanto con eso. A lo mejor estoy más sensible, y me dio mucha bronca. Mucha injusticia.
–¿Cómo imaginás que será el Mundial de Clubes?
–El primer partido para nosotros será el más difícil. En 2015 nos pasó con el equipo japonés, porque sentíamos tanta presión con aquellos 20.000 hinchas que viajaron y nos querían ver ante el Barcelona. Por eso considero más difícil el primero. Todo el mundo quiere jugar la final, pero antes hay otro partido con un rival que quizás no es el más peligroso.
–¿Tenés más expectativas que en 2015?
–Ahí hay una diferencia, porque esto es continuo. Antes levantamos la Copa a mitad de año y el segundo semestre fue con altibajos. Ahora venimos con continuidad y eso está bueno. Nos prepara de una manera diferente, le podemos pelear a cualquiera. Pero ahora tenemos que separar el logro obtenido ante Boca, que es muy, muy fuerte.
–¿Este Real es más terrenal?
–¡No! ¿Cómo va a ser terrenal con la calidad de jugadores que tiene? Ustedes creen que ahora es terrenal porque se fue Cristiano Ronaldo, pero todos los demás son los mismos. Ahí juega Modric, el Balón de Oro. Pero nosotros vamos y competimos. Es nuestra marca registrada. Vamos y le jugamos de igual a igual.
–¿Pueden jugar más sueltos al ir de punto?
–No, porque queremos ganar. No está en la esencia nuestra sentirnos inferiores. Nosotros somos River y nos gusta medirnos y competir con los mejores. Relajarse significaría comenzar a perder, y River no se lo puede permitir. No queremos ir a ver qué pasa. Después, si no se da es otra cosa. Nos pasó con Barcelona. Fuimos y salimos a presionar al Barcelona. Y ver si teníamos chances de poder disputarle el partido. Y hasta que nos hicieron el gol, estuvo parejo. Después, ellos te meten el segundo, y en ese momento si quieren te hacen cinco. El Real Madrid no es el Barcelona, pero tiene jugadores de una enorme categoría mundial.
–¿Hablaste con Solari?
–No. Me une con él una relación cercana. Primero, como compañero, y después, nos encontramos acá en Europa. Nos vimos en Montevideo cuando fue a Peñarol. Después, nos vimos acá en Valdebebas cuando iniciaba su carrera como entrenador. Seguramente nos tomaremos un café allá.
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