Matías Rojas, el cerrajero que abre los partidos de Racing con golazos

Con un gol antológico de Matías Rojas y otro del peruano Paolo Guerrero, Racing dio un contundente primer paso en la Copa Libertadores. Venció por 2 a 0 a Ñublense, de Chile, en condición de visitante, y se acomodó como primero del grupo A, que tuvo una de las grandes sorpresas de esta fecha inicial: la derrota del último campeón, Flamengo, ante Aucas en Quito, por 2 a 1.

La victoria académica, más allá de la importancia en la tabla de posiciones, podría reducirse a la escena del primer gol. Rojas recibió una descarga de Guerrero casi en la puerta del área propia, acomodó la pelota con la pierna derecha y, del otro lado del círculo central, sacó un zurdazo que recorrió 66 metros y se metió dentro del arco de Ñublense. Un gol imposible, que tardó nada en volverse viral y en generar todo tipo de reacciones en el planeta fútbol.

El golazo de Rojas en Concepción

Fernando Gago, justo a la altura de donde Rojas sacó el disparo, vio el gol en primer plano. Su reacción fue la de todos: “ufff”, dijo, mientras agitaba los dedos de la mano derecha. En esa conexión entre Gago y el paraguayo se explica la locura que hizo el número 10: sólo alguien que tiene la confianza por las nubes puede pensar en patear ahí.

En este contexto que atraviesa el mediocampista de 27 años que llegó a Avellaneda en 2019 desde Defensa y Justicia por 2,5 millones de dólares, semejante gol no sorprende. El paraguayo convirtió en los últimos cinco partidos de la Liga Profesional que afrontó. Algunos fueron perlas memorables: ante Arsenal, Sarmiento, Lanús y Huracán; contra Unión anotó de penal.

La palabra de la figura del momento

El que convirtió en el estadio Municipal de Concepción, contra Ñublense, en el estreno de Racing por la Copa Libertadores 2023 rompe todo parámetro. Desde que la empresa Opta registra datos en el torneo subcontinental, es decir, a partir de 2013, éste fue el gol de mayor distancia. Al zurdo se le vencerá el contrato a fines de junio. Clubes de Medio Oriente y del Brasileirão llevan varios mercados de pases preguntando por él.

En la agenda de este jueves, la dirigencia de la Academia tenía marcada con resaltador una reunión con el representante de Rojas para renovar su vínculo. Después de esta actuación, el atacante llega empoderado. No es como para menos. El objetivo de la directiva es dejarlo como uno de los mejor pagos del plantel y estirar el contrato con la promesa de una venta a fin de año. Por ahora es futurismo.

Compacto de Ñublense 0 vs. Racing 2

Con el historial reciente de salidas de futbolistas como Nery Domínguez, Eugenio Mena y Mauricio Martínez, parece difícil que el volante no se marche con el pase libre a mitad de año. Pero esa historia todavía no está escrita. En cambio, el gol desde casi 70 metros que dibujó frente a Ñublense sí será indeleble.

Hasta la llegada de Gago, Matías Rojas era un futbolista intermitente, de gran pegada pero que no terminaba de conquistar los corazones académicos. Lesiones, altibajos en sus rendimientos y cambios constantes en su posición en el campo marcaban una distancia con los hinchas. El director técnico le encontró el puesto, como extremo derecho. Y le tocó la fibra íntima que le permitió mostrar su mejor versión.

Incluso cuando el contrato de Rojas empezaba a asomar como la novela de 2023 en la mitad celeste y blanca de Avellaneda, Gago cortó esa situación de raíz: “No me interesa esa cuestión. Estoy seguro de que mientras Matías sea jugador de Racing, conmigo va a jugar”. A esa confianza el paraguayo la devolvió en la cancha.

En un equipo que mantiene las formas del año pasado y el cuidado de la pelota que ya se volvió habitual, pero que tiene menos poder de fuego de mitad de cancha hacia adelante, Rojas se volvió el cerrajero que abre los partidos. Si no fuera por esos bombazos del número 10, a Racing le costaría ser peligroso para los arqueros rivales.

Quien mayor ilusión genera para romper esa situación de inofensividad que se daría sin Rojas es Paolo Guerrero. El delantero peruano de 39 años ya había marcado goles por Copa Libertadores con las camisetas de Corinthians, Flamengo e Inter, de Porto Alegre. Ahora se dio el gusto de hacerlo con la de Racing. A los 9 minutos del segundo tiempo se generó la situación para que quedara mano a mano y definiera para el segundo tanto, el que le dio a la Academia la tranquilidad necesaria para levantar el pie del acelerador durante buena parte del segundo tiempo. El trabajo ya estaba hecho desde ese zurdazo kilométrico de Rojas.

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